MYKE WALKER.
Salen huyendo como si realmente de un demonio me tratase, la única que permanece es Luz, siempre ella.
— Realmente eres luz al final del túnel para él Yulima. —Le dice sonriendo— Nunca había visto a Myke controlarse, solo la vez que le enseñé tu fotografía y se detuvo, todo lo que hace lo hace por ti.
— Ajá —Dice Yulima, cruza los brazos y me mira— se te pasó contarme ese pequeño detalle.
— ¿Querías qué te subiera el ego de súper heroína? —Pregunto haciéndola reír— Todo lo que tenga que ver contigo saca mi lado bueno, no sigas incitándome a confesarte cosas que no quiero que nadie sepa.
— ¿Cómo por ejemplo qué tienes sentimientos? Luz, este es el auténtico chico malo y si, asusta verlo siendo un chico cruel y despiadado, pero cuando conoces su profundidad, su bondad —Giro la cabeza un tanto avergonzado. Es la primera vez en mi vida que escucho a alguien hablar bien de mi, ahora la entiendo cuando se pone roja— he conocido la parte de él que las monjas han estado buscando toda su vida y tenías razón —Me agarra la cara— es increíble.
— Si llego a saber que esto era lo que necesitabas la habría buscado hace mucho tiempo.
— Me habrías dejado sin el placer de conocerla por casualidad, era testaruda, realmente me sacaba de mis casillas e incluso recuerdo el día en el que golpeé —Trago saliva— a un chico fuera de su instituto, casi cometo la estupidez de golpearla pero ella seguía plantada delante de mi, desafiándome, gritándome todo tipo de insultos ¿Te lo puedes creer?
— ¿Sabes lo qué creo? —Pregunta Luz acercándose a mi— Que Yulima es tu fortaleza, es la clave para que mi niño, el que tanto tiempo llevo buscando dentro de ti.. permanezca. —Pone las manos en mi rostro.
Me aparto. No, nunca he querido que nadie me toque y eso ella lo sabe.
— Voy a por una cerveza. —Digo evitando cualquier contacto visual por su parte.
Dejar que me quieran es poner una diana en la frente a la persona que lo hace, Yulima me ama y si, no puedo obligarla a que deje de hacerlo, no lo haría, pero no por eso permitiré que todas las personas a las que les importo terminen muertas por mi culpa.
YULIMA TYLER.
Luz pese al desprecio de Myke mantiene la sonrisa en sus labios. Cruza los brazos y se da calor frotándose las manos en ellos.
— Aún necesita un poco más de tiempo. —Le digo— Pero créeme, le importas.
— Durante todos estos años he pensado lo contrario, sus desprecios, amenazadas, palabras que herían mi corazón.. pero ahora veo algo distinto en sus ojos, ya no están vacíos, ya no está tan roto. —Suspira— Te lo debo a ti.
— Solo he hecho lo que deberían haber hecho las personas que le rompieron el corazón hasta el punto de convertirse en un ser despiadado y cruel. Lo he amado y le he hecho ver que no todo el mundo lo abandonará. —Sonrío observándolo sin que se dé cuenta— Puede que todavía le quede algo de tiempo para aceptarlo y confiar en las personas pero lo hará tarde o temprano.
Nos sentamos en el sofá.
— ¿Sabías qué no permite qué lo toquen por qué su padre lo golpeó brutalmente antes de.. echarlo a la calle? —Pregunto. Luz agacha la cabeza y asiente.
— Cuando lo encontré tenía hematomas, estaba ensangrentado y tenía marchas de algo en su cuerpo, nunca supe de qué, pero ese ya no era el cuerpo de un niño de seis años. —Contesta.
Lo imagino y me siento tan.. horrible. Me duele como si yo hubiera estado ahí en ese momento.
— Tal vez dentro de él existe una bestia, la he visto desde muy cerca y se que lo posee cuando tiene oportunidad pero.. se intensificó cuando sus padres lo abandonaron, le dieron a ese monstruo lo que necesitaba, el dolor y la rabia de Myke. Empezó a odiar a cada ser humano que encontraba, que intentaba darle cariño y le dio el poder suficiente para cometer todas las atrocidades que cometió. —Me agarra las manos.
— Se que Myke es bueno, lo supe desde que lo miré a los ojos y vi el vacío de su alma.. pero esa bestia no lo es, es independiente, son dos seres completamente distintos, no me gustaría que te hiciera daño, él no sería capaz de soportarlo.
— Lo sé pero confío ciegamente en Myke, siempre confiaré en él. —Aseguro mirándola a los ojos.
— ¿Sabes? Cuándo he visto la manera en la que te has interpuesto entre él y el sacerdote.. me he dado cuenta de que tu locura lo mantiene cuerdo. —Cojo aire. Sus palabras son sabias y ciertas. Estoy tan loca que sería capaz de interponerme mil veces sean cual sean las circunstancias.
Myke regresa con nosotras.
— Ven, quiero enseñarte algo. —Me dice.
— Ve, yo estaré haciendo un poco de chocolate caliente. —Le sonrío.
Agarro la mano de Myke y camino con él hasta nuestra habitación.
— ¿Qué quieres enseñarme? ¿Tal vez era un truco? —Pregunto haciéndolo sonreír.
Se agacha. Abre una baldosa suelta del suelo y saca un juguete, un juguete manchado.
— ¿Era tuyo?
— Si. —Dice confirmándolo.
— ¿Estas manchas son...
— Sangre, mi sangre. —Dice mirándolo— Mientras que Connor me golpeaba yo no dejaba de aferrarme a este juguete, lo abracé fuerte, tan fuerte que llegué a hacerme yo mismo heridas en los dedos. Después me echó a la calle para no ser él quien acabara con mi vida y con la esperanza de que una hipotermia lo consiguiera.. yo seguía abrazado a este juguete.
— Dios mío y lo has guardado todo este tiempo ¿Por qué? ¿Por qué lo has hecho?
— Para no olvidar nunca quien fui y para recordar siempre que amar solo hace daño. —Susurra.
Pongo la mano en su rostro. Cierra los ojos, suspira muy fuerte y le doy un beso.
— Gracias por contarme todo esto, gracias por confiar en mi. —Digo en voz baja— Es hora de quemar este juguete.
Niega con la cabeza.
— No te lo he enseñado para eso, si no para contártelo. —Sonrío dulce.
— Lo sé pero yo quiero que te deshagas de esto porque te hace daño y no quiero nada que te dañe cerca de ti. —Junto nuestras frentes— Vamos a quemarlo.
— No quiero olvidar quien soy.
— No eres la persona llena de rabia que asesinó y atemorizó a toda esa gente. —Suspira.
Estiro de él hasta salir del edificio. Saco la papelera a la calle y me siento en el borde del escalón.
— El mechero.
— Yulima..
— Dámelo. —Insisto.
Me lo da. Él se sienta a mi lado y le doy el juguete.
— Tíralo dentro. —Susurro.
— Deshacerme de él sería aceptar que soy vulnerable porque de nuevo amo a alguien. —Pongo la mano sobre la suya y sobre el juguete.
— Deshacerte de él significa que ya no eres aquel niño frágil al que dañaron, ahora eres fuerte. —Me mira a los ojos y sonríe.
Lo lanza dentro de la papelera. Enciendo el mechero y se lo doy. Él lo lanza dentro quemándolo todo. Me pongo en pie, agarra mi cintura, choco con su cuerpo y me besa apasionadamente.
Se separa de mi despacio. Pasa los dedos por mi rostro sujetándome la cabeza y me besa varias veces más.
— Lo eres todo para mi Yulima Tyler. —Susurra haciendo chocar su respiración con mis labios— Eres mi vida.

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En los ojos de la bestia ® [01]
RomantikTrilogía Bestia. {01} Fantasía y Romance. El amor lo ayudará a descubrir quién es en realidad y su pasado hará reales sus peores miedos. ¿Podrá ella amar su infierno? *** Su descontrol provoca dudas, miedos y desconfianza. ¿Cómo sabes a qué te enf...