En los ojos de la bestia ® [01]

116 **GRAN FINAL**

YULIMA TYLER.

Levanto la cabeza con los ojos muy abiertos. Pongo las manos en su rostro y lo acaricio.

— ¿Yulima? —Pregunta Janet.

Lo muevo tratando de que despierte y aunque todos me tratan de loca, sé lo que estoy haciendo y sé lo que he oído, estoy completamente segura de ello.
Vuelvo a poner la cabeza sobre su pecho y cierro los ojos concentrándome en el sonido de sus latidos, débiles pero están ahí ¡Sigue vivo!

— ¡Está vivo! —Anuncio.

— Eso es imposible —Asegura la bruja.— Está frío y es un cadáver.

— ¡Tiene latidos!

Kendo es el único que me cree, los demás tratan de persuadirme. Él pone los dedos sobre el cuello de Myke y confirma lo que estoy diciendo. Asombrado, casi sin habla, confirma que está vivo.

— ¡Dios! —Me abraza— Pero su cuerpo está helado, no lo entiendo.

Lloro llena de alegría, mi corazón suelta un suspiro lleno de alivio y hundo la cabeza en su cuello.

— Hola —Digo en voz baja— estoy aquí.

De repente parece reaccionar pero no de la mejor manera. Convulsiona, se retuerce, sus venas parece que van a estallar.

— ¡Atrás! —Exclama la bruja— ¡Vamos!

Cody estira de mi y me esconde tras una mesa.

— ¿Soy el único qué está viendo humo negro salir del interior de tu novio? —Pregunta en un susurro.

Respondo negando con la cabeza. Impresionada por lo que está ocurriendo. Efectivamente una bola de humo negro sale del interior de Myke y explota en en el aire.
Nos quedamos en silencio por la explosión y mientras que ellos permanecen en el suelo yo me dirijo al cuerpo de Myke.

— ¿Myke?

Frunce el ceño aún con los ojos cerrados y poco después los abre lentamente. El hermoso color verde de sus ojos.. como lo echaba de menos.
Levanta la mano y la pone sobre mi rostro para seguidamente acariciarme.

— Estoy hecho mierda. —Rio.

— Muy bien, con tu sentido del humor hasta cuando estás apunto de morir y acabas de resucitar. —Pongo los ojos en blanco— Como si nada.

— No me digas que yo os he hecho llorar así —Ríe. Parece burlarse de nosotros.— ¿Tengo qué morirme para qué Kendo me confiese su amor?

Kendo ríe por detrás. Yo también río y me aferro a su pecho.

— De tu amor sabía algo, no te creas importante. —Me susurra.

— Dios, te odio. —Le susurro.

Se sienta en la cama, pasa la mano por sus labios retirándose los restos del liquido amarillo y hace el amago de vomitar. Parece que me han arrebatado al Myke amargado y me han regalado al gracioso.

— Que asco ¿Quién me ha dado esta porquería?

— Realmente se la hemos dado a la bestia.

Pone la mano derecha en su pecho y la izquierda sobre su cabeza. Tengo la impresión de que se siente algo.. ¿Vacío? Espero que el muy idiota sea consciente de que casi muere porque hemos logrado expulsar a la oscuridad.

— La bestia —Su voz es totalmente de asombro— ¿Por qué me siento así?

— ¿Cómo te sientes? —Pregunto.

Me besa. Pasa los brazos por mi alrededor y se aferra a mi con fuerza, casi despachurrándome.

— Más vivo que nunca —Responde.