En los ojos de la bestia ® [01]

Capítulo 65.

YULIMA TYLER.

Me preocupan los movimientos de Myke, está sufriendo y no puedo hacer nada.

Él despierta sobresaltado, gritando y lleno de sudor.

— Myke. —Susurro.

Me aterra que no sea él, creo que siempre será mi gran miedo. Que despierte y sea bestia quien controle su cuerpo, sus actos y sus sentimientos. Me doy cuenta de que no es bestia, es Myke y esta destruido.

— Intenté matar a Jack. —Confiesa con la mirada perdida.

— ¿Cómo dices? —Pregunto sorprendida— Ha sido una pesadilla.

— No lo recordaba porque sólo tenía seis años —Dice en voz baja— lo empujé y cayó rodando por las escaleras. Mi padre me dio una paliza, me golpeo con un palo de béisbol pero aún así—Me mira— no me arrepentí.

— Hey —Subo encima de él— ya está.

— No Yulima. Solo tenía seis años y ya era un monstruo.

— Nada justifica la paliza, tampoco que te echaran a la calle como un perro —Digo agarrándolo de la cara— merecías amor.

— La bestia siempre querrá sangre.

— La bestia no conseguirá nunca lo que quiere ¿Vale? Puedes con ella, tú eres la dueña de tus actos.

Se pone en pie. Camina de un lado a otro, pensativo, angustiado ¿Tal vez se siente culpable? Si es así, es posible que por fin esté recuperando la humanidad que perdió hace tanto tiempo.

— Cuéntame todo sobre ti, quiero entender. —Suplico.

— Cuando Dylan llegó me convertí en el hijo no deseado, me repudiaban, me golpeaban, me demostraban odio, como si.. no fuera su hijo. Sabían sobre mis ojos, sabían que cambiaban de color pero no que me controlaban. —Trago saliva— en vez de ayudarme me echaron a la calle. Como sabes me crié en un convento.

— Quizás le hicieras daño ¡No lo sé! Pero ellos tuvieron la culpa por crearte celos hacía tu hermano.

— Nada justifica que siendo tan pequeño tuviera tanta maldad.

Lo abrazo. Quiero calmarlo, se que aunque por fuera tenga tanta compostura por dentro está hecho pedazos.

— Sh, ya basta. —Susurro.

— No me merezco que me quieras tan ciegamente y lo sabes.

Me levanto antes que diga que debo alejarme de él y me persigue. Me coge del brazo haciéndome chocar con su pecho y me besa, sin más.

— No me digas que es nuestro ultimo beso. —Susurro. Niega con la cabeza y suspira bruscamente.

— No te pediré nunca más que te alejes de mi Yulima. —Susurra— Quiero que te quedes conmigo porque tú eres la única oportunidad que tengo para ser alguien mejor y si no estás.. prefiero mil veces drogarme hasta morir.

— ¡No lo digas! No me hagas chantajes con eso.. —Lo empujo— Si vuelves a tocar una sustancia, la que sea, te juro que no volverás a verme nunca.

— No me drogaré. Te lo he prometido.

Lo rodeo con mis brazos. Sé que puedo parecer una persona de lo más bipolar pero necesito que entienda.

— Tenemos que volver.

— ¿Enserio? No quiero volver a una realidad donde mis padres me buscan para enviarme lejos.. prefiero quedarme aquí, contigo. —Desliza la nariz con la mía— Quiero que nos metamos en la cama y no salgamos por días.