Capítulo 93.

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YULIMA TYLER.

Hunde los dedos en mi pelo y me acaricia la cabeza. Escucho el sonido de su corazón, esta latiendo rápido y poco a poco se calma mientras me masajea la cabeza.. creo que para sentirme cerca.

— Yulima. —La voz se le entrecorta.

— ¿Qué?

— Quiero irme de aquí.

— ¿Ya te puedes ir? —Pregunto observando sus heridas— Creo que todavía te tienen que poner la venda.

— Coge lo que sea necesario y vámonos. —Con los dedos me aparta el flequillo de la cara— Odio que me estén interrogando.

— Me estas pidiendo que huya como el día del hospital —Alzo una ceja— de vuelta a nuestras primeras veces.

Su rostro que hasta ahora ha sido un tanto serio, se ilumina por una hermosa sonrisa que delata las ganas de responderme un si rotundo.

— Quiero repetirlas todas, sobre todo las mejores.

— Cojo la indirecta.

— ¿Y a qué estamos tardando? —Pregunta susurrándome.

Cojo todo lo necesario, lo meto en mi bolso y lo ayudo a levantarse. Por causa de su herida no podemos darnos mucha prisa.

— Van a descubrirnos —Dice en un tono muy gracioso— ¿Qué vamos a decirles?

— ¿Qué quieres tomar el aire? —Pregunto provocándole la risa.

— ¿Dónde te enseñaron a mentir? —Arrugo la frente.— Hey, hey, no te enfades salvajita.

— Tú me enseñaste a mentir, así que si lo hago mal, es culpa tuya.

— ¿No te doy pena? Prácticamente acabo de resucitar.

Le doy un beso en la mejilla. Al momento nos descubren intentando huir, mis padres se interponen en nuestro camino y él se aleja para ponerse cómodo en una roca.

— Tú estás enloqueciendo a mi hija. —Culpa mi padre mientras lo señala.

— ¿De verdad lo piensa? —Le pregunta él— Yo no soy el que integra incansablemente que Yulima sea una persona que no quiere ser y tampoco soy el que la quiso obligar a irse a un internado en contra de su voluntad.

— Pero eres el que la ha llevado a hacer estupideces que muy pronto, en alguna de ellas, encontrará las consecuencias de creer que está enamorada de ti. —Lo ataca cruelmente. Myke asiente con la cabeza y coge todo el aire que puede para calmarse.

— Mire, señor Tyler o como cojones se quiera hacer llamar. Si, soy una persona horrible, si, he cometido errores y los he repetido porque me sentía mejor haciendo lo que estaba mal. Pero yo nunca, le repito, nunca, cohibiría a Yulima como hace usted, creo que de todos mis errores ese sería el que jamás me perdonaría. —Sonrío idiotizada por sus palabras.

— Eres un delincuente. —Creo que es lo único que mi padre puede argumentar, erróneamente, pero lo hace.

Myke pone los ojos en blanco, alarga la mano y me mira con sus brillantes e hipnotizantes ojos verdes.

— ¿Vienes o te quedas? —Pregunta dudando de mi respuesta.

— Hija ni se te ocurra. —El tono de mi padre es extremadamente amenazante.

— ¿O qué? —Me giro de golpe— ¿Qué vas a hacer? Ya no puedes hacer nada y entiende que voy a vivir mi vida como yo quiera vivirla ¡Estoy cansada de qué intentes de influir en mis decisiones!

En los ojos de la bestia ® [01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora