En los ojos de la bestia ® [01]

Capítulo 101.

YULIMA TYLER.

Me siento angustiada, nerviosa. Siento que algo malo está apunto de suceder y que si no salgo de aquí, será irremediable.
Golpeo la puerta de nueva insistiendo en que salir de aquí es importante pero parece que nadie me escucha. Yo los oigo a todos hablar pero nadie me escucha a mi.

— ¡Joder! —Grito.

Oigo pasos y una sombra tapando la luz que entra por la rejilla bajo la puerta.

— No puedo abrirte, es por tu bien. —Suspiro aliviada al oír la voz de mi hermano. Por un momento he tenido miedo de que mi presentimiento tuviera sentido aquí y ahora.

— Te juro que no es solamente porque lo quiero ¡Estoy segura de qué algo malo pasará si no me dejas ir a buscarlo!

— Yulima joder —Ahora es él quien golpea la puerta— Ya no sé qué hacer contigo. Te he apoyado en tus decisiones más locas pero en esto ya no puedo seguir apoyándote.

— Entiendo que tengas miedo por mi.. yo también lo tendría por ti y seguramente te encerraría igual que has hecho conmigo.

— Entonces si eres capaz de entenderlo, entiende también que no puedo abrirte la puerta.

Ahora entiendo de quién he sacado la terquedad. Pero sea como sea tengo que salir de aquí.
La sobra de sus pies se aleja de la puerta y yo trato de abrir la ventana, pero como Kendo aseguró, este lugar está preparado para los brotes de mi novio, así que.. nada se abrirá. Él se ha gastado una pasta para estar seguro de ello
¡Ya sé! Kendo, él está tan loco como yo y tal vez pueda convencerlo para que se las ingenie.

— Kendo —Lo llamo alto.

— No Yulima —Dice él antes de que yo pueda decirle nada— conozco esa vocecita.

— Por favor, tú eres consciente y sabes todo lo que puede pasar.

No dice nada ¡Maldita sea! Estoy completamente sola en esto y encerrada en una habitación con llame, con cerrojos en la ventana y rejas para que sea aún más imposible intentar huir.

LUZ MÉNDEZ.

Abro la puerta del apartamento de Myke. Hace días que estoy acogida en un nuevo convento donde me tratan mejor y no saben nada sobre mi trayectoria en el anterior. Todo está lleno de polvo, como si hubieran pasado años.

— ¿Myke? —Pregunto con la esperanza de escuchar su voz respondiéndome. Pero no, él no está.

Recojo un todo lo que puedo y abro las ventanas para que entre un poco de aire fresco.

— ¿¡Dónde está!? —Un grito hace que de un sobre salto. Belinda, ella es la que ha gritado.

— ¿Cómo se te ocurre venir aquí? Si Myke te ve enloquecerá.

— Ya ha enloquecido. Mi esposo salió a tirar la basura y no ha vuelto ¡Estoy segura de qué ese monstruo tiene algo que ver con su desaparición! —Exclama sacándome totalmente de quicio. Bajo ningún motivo voy a permitir que insulte o acuse a mi pequeño.

— ¡No te lo permito! No tienes ningún derecho. Fuera antes de que vuelva.

— ¡Lo ha secuestrado!

— ¿Cómo estas tan Segura? No tienes ninguna prueba además ni siquiera sé cómo has conseguido esta dirección.

— Salió a tirar la basura y no volvió. Cuando salí la basura estaba tirada en el suelo y él no estaba por ningún lado ¿Cómo se sobre esto? Con dinero todo se puede.

¿Debería creerla? No quiero meter en problemas a Myke y mucho menos ponerlo en peligro, me arriesgo a que todo esto sea una trampa.
Decido llamar a Yulima para confirmar mi teoría, ojalá y él esté con ella.