En los ojos de la bestia ® [01]

Capítulo 35.

YULIMA TYLER.

Nunca me ha puesto una mano encima, ni siquiera cuando me comportaba mal para llamar su atención. Pongo la mano sobre mi rostro, lo miro sorprendida, decepcionada, dolida y salgo seguido de casa tras agarrar la mochila.

— ¡Hija! —Exclama él.

Me persigue hasta detenerme justo delante de la parada de taxis.

— No me toques. —Le digo con los ojos llenos de lágrimas.

— Vuelve a casa, hoy no irás a clase.

— Iré solo para que me vean el golpe que acabas de darme.

Aprieta mi muñeca y estira de mi metiéndome de nuevo en casa.

— Déjame.

— Hija escucha a tu padre. —Dice mi madre desde detrás de Cody.

— Jamás me había puesto una mano encima ¡Jamás! ¿Y sabes por qué lo ha hecho? Porque he tenido el valor de enfrentarlo, porque he sido capaz de gritar a loa cuatro vientos que quiero a ese chico que tanto despreciáis solamente por no ser un adinerado ¡Pues le quiero! ¿Vas a molerme a golpes? -Le pregunto mientras que él me mira serio- Hazlo, préstame ahora la atención que nunca me has prestado ¡Vamos! Pero que sepas que esto no es actuar como padre  —Señalo la marca de su mano en mi rostro— no te lo perdonaré en mi vida.

Subo las escaleras arrastrando la mochila. Cody viene detrás de mi sin importarle que haciéndolo busque una discusión con nuestro padre.

— Yulima —Pone la mano en mi hombro— ven aquí.

Me giro, él abre los brazos y me lanzo abrazándolo. Aunque todo esto sea nuevo para mi y él no haya querido nunca abrazarme.. es mi hermano, lo necesitaba.

— Él me ha golpeado.

— A mi también me ha sorprendido, nunca debería haberlo hecho. —Susurra.

— En la vida me ha querido, ha preferido siempre estar contigo, igual que mamá, yo sólo era el experimento, la diversión, alguien que debía ser como mamá en todos los aspectos, olvidaron que tengo mi propia personalidad y que algún día querría adueñarme de mi vida ¿Con bestia? Pues si, quiero ser dueña de mi vida para estar con él pese a todos, pese a lo que pudiera decir la gente ¡Me da igual! Yo le quiero por encima de ellos y de quien se oponga.

Acaricia mi rostro, asiente con la cabeza y seca mis lágrimas con la yema de sus dedos pulgares.

— Te prometo que cuando vuelva del instituto te dejaré el móvil para que hables con él ¿Esta bien? —Muevo la cabeza.

— Gracias Cody.

Besa mi frente. Él se dirige a la puerta, recuerdo algo y presa del pánico lo detengo.

— C..Cody.

— ¿Qué pasa? —Pregunta.

— Se que pedirte esto es un poco brusco, pero necesito que le pidas algo a Janet, por favor.

— Claro, dime qué.

Hablar de esto con él es algo incómodo pero necesario, ya que no me permitirán salir de casa sola en mucho tiempo.

— Necesito que le pidas una anticonceptiva

Él abre los ojos como platos.

— ¿Qué?

— Te lo suplico, lo último que necesito ahora es quedarme embarazada.

— L..lo haré, no te preocupes.