Capítulo 63.

135K 9.8K 2.7K
                                    

YULIMA TYLER.

Sigue con esto, sigue drogándose y haciéndose daño. No puedo mantenerme callada, mientras que él da los últimos detalles de la comida que desea yo me acerco y le enseño la bolsita.

— Em.. si, aquí lo espero. —Dice y cuelga— Puedo explicarlo. —Me dice levantándose.

— ¿Qué me vas explicar? —Pregunto con un nudo en la garganta— Esto es droga Myke.

— No puedo dejarla así de fácil.

— Ni siquiera lo estás intentando ¿Qué ibas a hacer? ¿Para esto querías mantenerte despierto? Que imbécil soy, que ingenua.

Vuelvo a por mis cosas. Saco mi ropa de la secadora y entro en el baño para vestirme. Él golpea la puerta.

— No quiero ni una sola explicación más. —Le digo haciendo que note mi enfado— ¡No era por qué tienes miedo por mi, era para meterte esta mierda!

— Desde que estoy aquí contigo no he pensado en hacerlo, he dejado que metas la ropa en la secadora aún sabiendo que la droga estaba ahí ¡No me importa! —Asegura— Ábreme, deja de comportarte como una cría y escúchame.

— ¿Cómo una cría? ¿Enserio me lo estás diciendo? —Abro la puerta más enfadada y dispuesta a enfrentarlo— ¿Qué tengo qué hacer para no parecer una cría? ¿¡Eh!? Ya sé, dejo que te drogues, es más, me drogo contigo.

— Para —Me agarra evitando que deje sobre la mesa el polvo que contiene la bolsa.

— ¿Saco mi puto carnet o mejor el tuyo?

Golpea la mesa haciendo caer todo al suelo. Me agarra de los brazos para inmovilizarme y lo miro a los ojos. Me alivia saber que no es la bestia, que sigue siendo Myke.

— Suéltame Myke. —Exijo con voz seria.

— No voy a permitir que hagas tonterías. No quiero drogarme, quiero estar contigo ¿Vale? —Desliza las manos hasta mi rostro— Puede que lo tuviera ahí porque pensaba hacerlo, lo pensaba antes de recibir la llamada de tu hermano, lo pensaba antes de ir a buscarte y lo pensaba mientras conducía el coche ¡Pero ya no! Ya no necesito evadir la realidad porque quiero seguir aquí. No quiero ser dominado por la bestia ¿Crees qué me drogaría arriesgándome al mismo tiempo a hacerte daño?

— No lo creo. —Bajo la mirada creyendo en sus palabras— Pero eso no cambia lo que querías hacer.

Lo aparto. Ya estoy vestida y me dispongo a abrir la puerta pero me detiene cerrándola de golpe. Giro la cabeza. Tiene la expresión triste y los ojos vidriosos. Oh Myke.. estás apunto de llorar.

— Perdóname. —Dice y me giro sorprendida. Nunca lo había escuchado pedir perdón, es un descubrimiento para mi.— Se que no te merezco y que quizás lo mejor sería llevarte a casa de Kendo —Mueve la cabeza de un lado a otro— pero no puedo. Me vuelvo loco si te tengo lejos pero sé que mantenerte cerca es peligroso para ti.

— ¿De nuevo vas a decirme todas esas cosas horribles para alejarme de ti? —Pregunto directamente.

— No. —Contesta— No lo haré. No volveré a hacerte daño.

— Me haces daño cada vez que te metes esa mierda en tu cuerpo, me haces daño cuando haces tonterías que te lastiman y consiguen que la bestia esté un poco más cerca de dominarte por completo —Sujeto su rostro con mis manos— Me haces daño cuando sufres.

— No te merezco Yulima, he hecho cosas horribles, me he drogado ¡Asesiné a una persona y estuve apunto de asesinar a un hombre! ¿Por qué me sigues queriendo?

En los ojos de la bestia ® [01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora