En los ojos de la bestia ® [01]

Capítulo 83.

YULIMA TYLER.

Si, me muero de ganar de que lo haga pero no por eso le daré de nuevo la posibilidad de destrozarme antes de irse.

— Me besarás y después te irás ¿Qué te has creído qué soy? No soy ningún juguete con el que puedes jugar cada vez que te apetezca ¿Me oyes?

— ¿Crees qué no me gustaría irme sin tener qué despedirme de ti? Pero lo necesito, te necesito a ti. —Pone las manos en mi rostro y acaricia mis mejillas.

¿A quién quiero engañar? Cuando en mira así, con esos ojos verdes, profundos y brillantes... se me cae el mundo encima y el corazón a los pies.

— Me he repetido todos los días en estos seis meses que no soy bueno para ti pero egoístamente, mi corazón me decía que tú eres perfecta para mi. Ya sé que es contradictorio, tóxico e inestable, pero tengo que besarte Yulima, tengo que hacerlo porque lo que me mantiene cuerdo son estos pequeños momentos contigo.

Pongo las manos sobre su pecho.

— Te odio.

— ¿Es bueno o es malo? —Pregunta en un tono gracioso.

— ¿Ves? Por estas cosas te odio. Estamos en un momento serio y tú empiezas con tus tonterías. —Pongo los ojos en blanco.

Me besa. Lo hace para callarme o para provocarme, no lo sé, pero agarra mi cintura y me besa.

— Hice un trato con él. —Susurra.

— ¿Él?

— Bestia. —Frunzo el ceño. Me asusta saber de qué trato esta hablando.

— Myke Walker, de que trato estás hablando.

— Quería matarte y yo no puedo permitírselo. —Toca mis labios— Le dije que me volvería a ser la bestia que fui a cambio de que tú estés a salvo.

Le doy una bofetada, me sale sin más, casi no me da tiempo a pensarlo.

— Lo siento —Digo poniendo la mano en mi boca— un momento ¿Por qué me disculpo? ¿¡Eres imbécil!? ¿Cuántas veces te he dicho qué no me protejas?

— Con estas manos —Dice enseñándomelas— casi te asfixio ¿No entiendes qué cada vez es más fuerte?

— ¿Y tú no te das cuenta de qué yo no quiero qué te alejes de mi?

— ¿Y qué quieres morir? No sabes lo miserable que me sentí cuando volví a ser yo y supe que casi te mato, que no pude detenerme.

— Hey —Pongo la mano en su nuca— gracias a ti estoy viva, tú le provocaste un fuerte dolor de cabeza ¿Crees qué no lo sé? Te he visto sufrir esos dolores muchas veces por su culpa.

— Eso no funcionará siempre.

— Bestia se aprovecha de tu dolor ¿No lo ves? Por eso te quiere lejos de mi, por eso te amenaza para que te alejes porque sabe que si me tienes cerca no sientes dolor, si me tienes cerca no tiene el mando y no le conviene. Necesita que estés triste porque su fuerza proviene de tus peores estados de ánimo.

Vuelve a besarme. Tiene la manía de hacerlo de imprevisto cuando no lo veo venir. Me sube encima de él y hace que pierda el control, que me importe una mierda que estemos en mi habitación al lado de mis padres.

Nos tumbamos en la cama. Sus labios deslizan por mi cuello bajando lentamente mientras sube mi camiseta con sus manos dándome pequeñas caricias en el abdomen.

Yulima, estás loca.

¿Realmente será una despedida? Si lo es no quiero que ocurra como la última vez, no quiero tener que vivir con un vago recuerdo de lo que fue estar entre sus brazos hace medio año. Seguimos besándonos, nuestras lenguas juegan la una con la otra y no podemos evitar reír.. Puede que se me esté pegando de él más de lo que creía.. como por ejemplo: Su bipolaridad.