Capítulo 114.

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KENDO EVANS.

Cody trata de reanimarla, su inocencia sobre pasa a cualquier alma pura, realmente es así, enormemente bueno y noble. Demasiado para esta vida de mierda.

— Cody —Pongo la mano sobre su hombro— ya no tiene pulso.

— ¿Cómo ha muerto? ¡No ha podido morir!

— Creo que.. se ofreció como sacrificio en el último momento para salvar no solo a Myke, también a Yulima. Porque sin ella, él se convertiría en una auténtica bestia.

Janet se acerca despacio. Me pongo en pie y le levanto la cabeza tras agarrarle la barbilla.

— Mírame a mi. —Le digo.

— ¿Está muerta? —Pregunta.

— Si.

— Entonces.. —Gira la cabeza— Yulima está viva.

Trata de dirigirse junto a Cody al interior del pasillo para cruzarlo y llegar hasta la habitación donde ellos se encuentran pero algo lo impide. No pueden abrir la puerta y tampoco tirarla abajo, es como si estuviera completamente sellada por fuera.

— ¡Yuli! —Grita ella con desesperación— ¡¿Qué está pasando?!

— No lo sé. —Contesto— Pero nos han encerrado.

— ¿Tú sabías qué mi hermana iba a ser el sacrificio? —Pregunta Cody— ¡Dime! ¿Has permitido qué la inconsciente de mi hermana haga semejante tontería?

— No me dejó otra alternativa.

— ¡Lo sabías! —Me grita.

— ¡Si, lo sabía! —Le grito. El encierro nos afectará antes de lo previsto.

— ¡Callaos! —Exclama Janet furiosa— Ella sigue dentro y por lo que sabemos no ha sido el sacrificio.

— Pero no sabemos lo que la bruja está haciendo con ella —Dice Cody. Tiene toda la razón, no sabemos que está haciendo y porqué nos ha dejado encerrados para evitar que entremos a la habitación.

Cuando de una bruja que ha practicado la magia negra se trata, nada es de fiar y mucho menos su palabra.

YULIMA TYLER.

Abro los ojos desconcertada. Veo un techo blando nuclear, me apoyo en mis manos para alzarme y descubro que estoy tirada en medio de un pasillo igual de blanco que el techo.

— ¿Hola? —Mi voz se escucha como eco.

Me pongo en pie y camino. A mi derecha, varias puertas y a mi izquierda básicamente lo mismo ¿Dónde demonios estoy y por qué siento un frío qué se aproxima a la muerte?

— ¿Me escuchas? —La voz de la señora me sorprende. Ella no se encuentra aquí pero puedo oírla. Hasta un momento sus palabras retumbaban en mi mente cuando todo lo veía totalmente negro.

— ¿Dónde estoy? ¡Dónde estás tú! —Giro la cabeza nerviosa— ¡Myke!

— ¿Ves las puertas? —Pregunta.

— No entiendo nada.

— ¡Respóndeme! —Insiste.

— ¡Si, las veo!

— Bien. En cada una de ellas tienes un recuerdo, algo que marcó a tu novio para siempre —Camino mientras me habla— estás en su mente.

— ¿Y qué tengo qué hacer?

— Buscarlo. —Frunzo el ceño— Te dije que solo podrías salvarlo si aún hay algo de él. Puede que un recuerdo.

— Tengo que buscarlo.

En los ojos de la bestia ® [01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora