En los ojos de la bestia ® [01]

Capítulo 113.

YULIMA TYLER.

Sentimientos... ¿Qué clase de sentimientos puedo yo tener por una bestia cruel y despiadada? Es un alma oscura llena de nada más que maldad.
Puede que en el medio esté yo, sus sentimientos por mi, pero eso no lo afectó cuando estaba asesinando a Connor. Aunque en cierto modo.. tampoco afectó a Myke, fue él quien planeó todo a la perfección.

— ¡Dios mío! —Exclama Luz. Me seco con las mangas de mi chaqueta las lágrimas que inevitablemente he derramado y la miro.

— Lo conseguí. —Le digo— Pide ayuda, yo no podré llevarlo hasta el coche.

Asiente con la cabeza y corre hasta la ventana.

— Sin gritar, no queremos alertar a nadie y que crean que es un secuestro. No necesitamos precisamente que aparezca la policía.

— Tranquila.

Mientras ella corre a pedir ayuda, yo permanezco de rodillas frente al cuerpo de mi precioso Myke. Pero con la cabeza en lo que bestia acaba de decirme... ¿Sentimientos? Myke me lo preguntó una vez y no fui capaz de contestar, la verdad, no sé si hacerlo e indagar más en ello, sea buena idea.
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Kendo con ayuda de Cody lo bajan hasta el coche. Jack se acerca para observarlo. Después de todo es su hermano al que nunca ha conocido.

— Yo que tú no me acercaría tanto —Aconseja Janet por detrás— es tu hermano pero sigue queriendo matarte.

Da un paso hacía atrás.
Abro el maletero del coche y de un momento a otro, escucho a Janet gritar. Giro la cabeza y ahí está, con los ojos abiertos y luciendo su sonrisa infernal.

— ¡Yulima cuidado! —Exclama Cody desde el suelo por el empujón que le ha dado a él y a Kendo.

— Tenemos una conversación pendiente.  —Me coge del brazo— Y esta vez si tengo muchas ganas de matarte.

Me defiendo como puedo hasta liberar mi brazo y me enfrento a él demostrándole que no me da ningún miedo como pretende.

— ¡No me das miedo! —Coloca la mano en mi cuello.

— Lo sé. —Sonríe— Puede que tu apariencia sea angelical, pero tienes un lado oscuro y ese lado me ama.

Kendo trata de inyectarlo de nuevo pero él se da cuenta y lo agarra dispuesto a cualquier cosa. Janet rodea el coche y me lanza el último calmante de la guantera y se lo clavo, una vez más lo hago.
Gira la cabeza. Me mira de reojo y sonríe. Sonríe como si estuviera orgulloso de mi. Definitivamente es un ser terroríficamente... complicado.

— ¡Joder! ¿Es qué nadie había notado qué estaba consciente? —Pregunta Kendo que para asegurarse le inyecta otro calmante.

Jack acaba de ver toda su vida pasar ante sus ojos pero esta vez él no era el objetivo, era yo.

— Pensaba que te haría daño —Dice Janet y se lanza a mis brazos— ¿Qué iba a hacerte?

— Lo dije, puede que me ame pero si siente que está en peligro, me matará.

Consiguen meterlo en el maletero.

— No suspiréis porque ahora queda lo más difícil —Les digo— ¿Seguirá dormido cuándo lleguemos a la casa de la señora?

— Esperemos que si, si no, ya podemos ir rezando. —Kendo no da necesariamente muchos ánimos pero es comprensible, casi morimos todos en un momento.

KENDO EVANS.

Viajamos en silencio. Cada uno pensando en lo que pasará cuando lleguemos y en cómo vamos a evitar que Yulima se sacrifique para que Myke vuelva. Es mi mejor amigo y por ello sé que si él vive y ella muere, no me perdonará nunca haberlo permitido.