Capítulo 15.

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MYKE WALKER.

No se porque pero me siento menos hundido menos al borde del precipicio.

— No la escuches, ella no sabe que eres una persona horrible. —Dice la bestia de mi interior.

A pesar de todos mis intentos por salir del trance en el que me tiene sometido, no lo consigo y poco a poco dejo de escuchar la voz de Yulima.

YULIMA TYLER.

Él se mueve pero no reacciona.

— Myke joder. —Digo agarrándolo de la mano.

Cierra los puños obligándome a soltarle la mano y parece bastante aterrorizado, desde que lo conozco nunca lo he visto actuar de esta manera.

Salgo corriendo para avisar al doctor que me obliga a quedarme fuera mientras lo revisa.

— Yulima ¿Qué está pasando? —Pregunta Janet acercándose a mi.

— No lo sé, él está inconsciente pero su cuerpo parece querer levantarse, no se como explicar qué he visto mientras estaba ahí con él pero no me ha gustado nada. —Respondo.

Aparece Kendo por la puerta de emergencia.

— ¿Cómo está? —Pregunta él casi sin aire.

— Inconsciente.  — Le contesta Janet.

— Tienes que dar el número de sus padres. —Le informo y noto como se tensa.

— Es que.. no lo tengo, ni siquiera se si tiene padres. —Dice dejándome confusa.

— ¿Qué dices? No es el momento para tus bromas de mierda.

— Te sonará raro, pero es que no sé nada de él, no le gusta hablar de su vida —Encoge los hombros- creo que no es un secreto que es un hombre oscuro.

— ¿Estas diciéndome qué eres su amigo y no sabes ni siquiera quienes son sus padres? ¿Qué eres? ¿El amigo solo de carreras ilegales y combates absurdos? —Pregunto atacándolo.

— Lo conozco desde hace un tiempo si, pero cada vez que le pregunto sobre su vida él se encarga de golpearme o de pararme en seco ¿De verdad le preguntarías tú si estuvieras en mi lugar? Ya le hice preguntas una vez y no acabé precisamente bien. —Responde defendiéndose.

— ¿Y cómo cojones vamos a encontrar a su familia? ¿¡Eh!?

— Bueno, no discutáis en una situación como esta —Añade Janet— bestia esta dentro en una situación que desconocemos, podríamos dejar de discutir y esperar noticias.

Se sientan pero yo no hago lo mismo, camino de un lado a otro intentando reunir la poquísima información que tengo de él, no le conozco, solo se su nombre y ni siquiera me permite decírselo a nadie.

— ¿No sabes nada de él? —Me pregunta Kendo rompiendo el silencio.

— ¿Por qué debería saberlo? Ni siquiera tú qué lo conoces más que yo sabes su nombre.

— Él es muy reservado, odia su nombre y no se lo hace conocer a nadie. Pensaba que tú podrías saber algo más de lo que yo sé. —Frota sus manos nerviosos.

— Pues no, no se nada que tú no sepas. —Aseguro.

¿Cómo voy a traicionarle? Me confió su nombre aún cuando lo odia y nadie más lo conoce, decírselo a los doctores sería traicionar la poca confianza que me tiene y no, no puedo hacerlo, no si quiero saber más de él.

— Tampoco tiene móvil, no traía cartera con su DNI... ¿Quién es el chico qué conocemos cómo bestia? —Pregunta Janet sembrando en mi la duda.

— Es raro, casi podría decir que siniestro en algunos momentos —Responde Kendo— no se deja conocer, cuenta de él lo que todo el mundo ya sabe, que es un bestia atormentado y nada más.

En los ojos de la bestia ® [01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora