En los ojos de la bestia ® [01]

Capítulo 96.

YULIMA TYLER.

Julieta lo sigue mirando como si él fuera su peor enemigo. Quiero que no sea lo que estoy pensando pero sé que lo será, no hay otra explicación.

— Contéstame. —Insiste ella con aires de hermana mayor que no le pegan para nada.

— Es mi novio. —Le digo seria— ¿Qué? ¿Vas a venir ahora a decirme lo qué está bien o no?

— ¿Este es el chico qué papá tiene entre ceja y ceja? Veo lógico que no quiera que esté cerca de ti.

— Pues me temo que tendrá que aguantarse. —Habla Myke. — Tendrá que aguantarse porque su hija quiere estar conmigo. Díselo, déjaselo claro porque que se lo diga ella le importa una mierda.

— Eres despreciable. —Ataca con furia— Sabes perfectamente que lo único que le causarás a Yulima es dolor ¡No sabes causar otra cosa!

— Arranca. —Le digo a Myke tras subir la ventana para evitar seguir escuchándola.

Golpea la ventana insistiendo pero él me obedece y arranca alejándonos a ambos de esta situación.

MYKE WALKER.

Está callada, ausente. Me gustaría que fuera una chica de las que gritan pero no, es de las que se guardan todo dentro hasta que finalmente explotan por una pregunta. Desgraciadamente por una pregunta que tengo que hacer yo.

— Y bien —Rompo el silencio. Aparco el coche a un lado de la carretera, enciendo los intermitentes y la miro.— ¿Vas a decir algo o vas a seguir callada todo el camino?

Me mira ¡Por fin!

— ¿Qué quieres qué te diga? —El enfado en su voz es notable.

— Haz la pregunta. —Me quito el cinturón para girar mi cuerpo. — Vamos, sabes que no miento.

Ríe. Noto cierto sarcasmo. Ahí viene la bomba.

— ¿Te la has follado? —Pregunta directamente.

— Si. —Respondo.

Se quita el cinturón y baja del coche. Odio los dramas, sabe que los odio profundamente y aún así los sigue haciendo.

— Joder. —Golpeo el volante.

No sé cómo lo hace pero siempre consigue que la persiga. Malditos sentimientos. Mi antiguo yo habría arrancado el coche y se habría largado dejándola tirada.

— Yulima Tyler, te juro que como sigas andando no iré a buscarte.

Consigo que se detenga. Camina hacía mi y le agarro la mano justamente a un centímetro de mi cara.

— ¿Vas a pegarme por algo qué hice cuando ni siquiera te conocía? ¿En serio? ¡Acepta de una vez mi pasado Yulima!

— Es mi hermana.

— ¿Y? —Frunce el ceño.

— Eres increíble. —Aparta la mano— Ni siquiera me das una explicación.

— Una explicación —Suspiro— ¿Qué quieres qué te explique? ¿Cómo me acosté con ella? No te conocía. Me acosté con ella como me he acostado con otras mujeres ¿Me vas a recriminar por todas ellas? ¡Es mi pasado! No puedo pedirte perdón por algo que hice y que disfruté.

— ¡No es buen momento para tu puta sinceridad!

— Ah espera ¿Tengo qué mentir? ¿Por qué? ¿Por qué tú prefieres una mentira qué te haga sentir mejor? Pues no pienso mentirte. Me acosté con ella, lo hice ¿Y qué? Fue antes de conocerte.