Nebraska caminaba varios pasos por delante de Hades.
Por la forma en que movía sus hombros y cabeza hacia cada lado le daba a indicar al alfa que ella más que estudiar el pasaje a su alrededor, más bien guardaba retratos de los lugares por donde caminaban como si alguna vez volviera a perder la vista y necesitara depender de sus otros sentidos. A pesar de que no sonreía, su olor le decía que estaba más que contenta, agradecida y complacida por poder apreciar otra vez nítidamente su alrededor.
En cambio, él no estaba ni cerca de estar medianamente feliz. La gota de la duda de lo que Layan le había hecho a Nebraska aun picaba y dolía en su orgullo y más cuando ella lo arrastró esquivando la conversación. Conociéndolo, el lobo pelirrojo no había hecho algo acorde al protocolo por la reacción de ambos.
-Nebraska- la llamó, su voz llena de autoridad y grave.
Pero la omega simplemente lo ignoró y siguió caminado esta vez con la espalda erguida y tensa, lo había oído, simplemente no lo hizo caso.
-Nebraska- la volvió a llamar esta vez con los dientes apretados, podía tolerar muchas cosas pero que no le respondieran cuando llamaba, era algo que golpeaba directamente en su sentido alfa.
Y por segunda vez ella lo ignoró y siguió a su paso.
Hades la iba a llamar una tercera vez cuando la vio detenerse y mirarlo por encima del hombro.
-Hasta que no me llames con el tono adecuado y que merezco por respeto, no te responderé-
Él se detuvo en seco. Sus palabras salían suaves de su boca aunque aquellos ojos violáceos que ahora parecían más hermoso lo enfocaban con una frialdad mortal.
-Ni siquiera Rudoc me habló así mientras era reina, solo después de que por el parto pudiera encarcelarme fue que pudo aprovecharse de mí- se giró completamente hacia él -No creas que porque serás mi esposo y el lobo que me marque puedes hablarme o tratarme como te venga en ganas Hades -frunció el ceño- No soy una loba sumisa-
Después de que Layan la hubiera besado, su cuerpo había empezado una sanación interna que solo después de dos horas ya había recuperado casi por completo su energía. Sino dejaba en claro desde el principio su posición, la historia podría repetirse y eso no lo permitiría.
Rudoc había podido encarcelarla en un mísero momento de debilidad después de un difícil parto de su primer cachorro y aun así cada vez que la visitaba tenía que lidiar con ella, aun después de 50 años de tortura, dolor y apenas sin fuerza. Si Hades se imaginaba que podía controlarla, como la mayoría de los lobos lo hacían con sus hembras, estaba equivocado totalmente.
El alfa por su parte se había quedado en el lugar petrificado en su lugar. La palabras de Layan todavía resonaban en su cabeza una y otra vez. La parte de que perdería su lugar como alfa de su manada era la más marcada y al parecer si él no se ponía fuerte eso sería lo que ocurriría. La loba no era una con la que normalmente tuviera que interactuar, ya solo ser omega la hacía rara, liderar una manada en medio de una época de caos y salir adelante con su renombre, la hacía más memorable.
-No te pediré que me pidas disculpas, pero te pido que no me hables así de nuevo. No voy a ser simplemente tu compañera o una hembra a tu lado que te abrirá la piernas cada vez que quieras, voy a ver la reina de la manada, tu igual y la loba en que podrás apoyarte tantas veces como necesites- su mirada se suavizó hasta quedar en la neutra que habitualmente tenía- Así que como mismo yo te respetaré, tú lo debes hacer conmigo-
Hades no asintió pero la expresión se su rostro le daba a entender que había captado el mensaje con claridad. Ella volvió a girarse y comenzó a caminar. El la siguió con las manos en los bolsillos reflexionando sobre sus palabras. Siempre se hablaba de reina y todo lo demás, pero hasta ese punto no se había dado cuenta la repercusión de su posición en su vida y de lo importante que sería tanto para él como para la manada.
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Cautiva del Alfa #1.
WerewolfElla es una omega Pura y reina de su manada hasta que su esposo la destronó y encerró. Dos de sus hijos descubren la verdad y piden ayuda al alfa de la manada enemiga. Pero solo aceptará con una condición. Ella tiene que ser de él Y ella no volverá...