César abrió la puerta y salió una hora después. Su semblante mostraba una expresión fría y pálida mientras su ceño estaba dolorosamente fruncido. Se limpiaba las manos con un pañuelo, que por más que quería ocultarlo en la bata que llevaba, los presentes lograron ver algunas gotas de sangre.
Sara, Siran, Leoxi y por último Nebraska se acercaron hacia él.
-¿Cómo está?- Sara se soltó del brazo de su esposo y César la miró.
-¿Cómo están?- Nebraska volvió a repetir la pregunta.
Estaba seria y su voz salió tan recta que los demás pensaron que ella no sentía nada, pero en su interior solo intentaba mantenerse firme. Si ella se desmoronaba, siendo la única en la cúspide de la manada, quedarían muy vulnerables.
-Reina- César le hizo una reverencia formal- No tengo buenas noticias- ella cerró los ojos para después abrirlos con calma, sus manos comenzaban a doler de tenerlas apretadas- La condición del alfa es muy delicada. El veneno en su cuerpo es sumamente fuerte y está destruyendo muy rápido sus órganos. Ni siquiera su genética de alfa puede restauran tan rápido sus células. Hicimos todo lo posible para estabilizarlo pero todos los medicamentos que le propiciamos están siendo anulados tan rápido que no da tiempo a que hagan efecto-
Leoxi raspó sus dientes y golpeó la pared cerca de él astillándola.
-En cuanto a Rodrigo- prosiguió- al ser tan joven también ha afectado a su cuerpo, pero consumió un mínimo del veneno por lo que su condición, a pesar de que corre peligro, no es tan grave, aun así no debemos descuidarlo-
Nebraska tembló y bajó la cabeza. Sentía su corazón palpitar. La idea de perder tanto a su hijo como a su esposo comenzaba a atormentarla. Sin darse cuenta su respiración comenzaba a hacerse agitada.
-¿Y qué se puede hacer?- Siran habló antes que todos.
-Estamos analizando su sangre para ver si podemos encontrar algún antídoto, pero no tenemos tanto tiempo como queríamos. Lo que se puede hacer por ahora es- miró a Nebraska y se inclinó- disculpe que le diga esto pero si usted le da de su sangre al alfa tendremos al menos unas horas más. Hace poco que la marcó y como compañera su esencia es más fuerte que cualquier transfusión que se le pueda dar- el doctor entonces giró la cabeza- ¿Reina, reina, qué ocurre?-
Nebraska lo había escuchado, entendía lo que tenía que hace pero la palabra muerte palpitaba solamente en su cabeza dejándola en un leve shock. Los pasos apresurados de uno de los soldados que custodiaba la habitación de Catalina se oyó por el pasillo y este se arrodilló a un costado de la omega.
-Reina, malas noticias, su hija, su hija...- comenzó a titubear con duda- Su hija ha desaparecido-
Todos menos ella, lo miraron.
-Fue ella- sollozó Sara y Siran le tapó la boca contra su pecho.
La noticia tomó a Nebraska tan fuerte que se tambaleó levemente ¿Acaso había sido Catalina? No podía creerlo. Otros pasos se escucharon del otro lado y esta vez era uno de los guardias de las mazmorras.
-Comandante, Comandante- el lobo casi caer al suelo al detenerse bruscamente -Por favor vuelva- le imploró- No sabemos cómo pero Rudoc, Rudoc ha escapado-
-¿Qué dijiste?- Leoxi gruñó tan fuerte que los cristales de las ventanas temblaron y después miró a Nebraska que seguía con la cabeza baja. Sus ojos destilaban rabia y la culpaba.
-¿Reina, qué va a hacer?- César le preguntó.
-Da las órdenes, tú eres la reina- Leoxi presionó.
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Cautiva del Alfa #1.
LobisomemElla es una omega Pura y reina de su manada hasta que su esposo la destronó y encerró. Dos de sus hijos descubren la verdad y piden ayuda al alfa de la manada enemiga. Pero solo aceptará con una condición. Ella tiene que ser de él Y ella no volverá...