Nebraska había decidido muchas cosas en los momentos que pudo tomarse para ella misma para pensar. Primero, no podía decirle todavía a su esposo sobre la criatura en su vientre. Sabría que él estaría reloco de contento pero eso solo haría que sus preocupaciones fueran más. Como reina y su mitad, su trabajo era quitarle peso de los hombros, no ponerle más.
Hades había sufrido la pérdida de varios intentos de cachorros, si le decía, en primera no la dejaría participar en la guerra venidera y ese era un lujo que no podían darse o sino no le hubieran dado la confianza de sus sangres. En segunda estaría pensando todo el tiempo en que su cachorro podría morir y ella no quería verlo angustiado. Ahora era un momento decisivo. Se necesitaba todas las energías y las mentes centradas. El alfa tenía que dirigir a muchos lobos y ella no podía ser una carga.
Sobó su estómago con cariño y sonrió. Al menos se alegraba que sería ella la que pudiera darle lo que más él anhelaba. A pesar de que había adoptado a sus cachorros y los cuidaba y quería, de eso no se podía quejar. Nada era comparado con su propia descendencia. Además estaba consiente que con la sangre dentro de ella sería capaz de darle a luz sin problemas y podría sobrevivir con más efectividad.
Lo otro que había decidido era que esa noche pondría fin a todo. La luna dentro de poco estaría alta y completa en el cielo negro. Los lobos eran más fuerte con ella y sería testigo quizás de la masacre más grande después de la Gran Guerra donde las manadas se crearon finalmente. Liam había formado parte de su vida desde que era una simple cría. Nunca se imaginó que él sería el que le diera la puñalada por la espalda y destruyera a las personas más importantes en su vida como su familia. Esa noche se había jurado que ella le pondría fin a su pasado y volvería a iniciar desde cero, con su nueva manada, su nueva vida, su nueva familia.
Caminó buscando a Hades. Oyó que estaba afuera y alrededor de él había diversos murmullos. Al salir de la mansión, se percató que se encontraba delante de los lobos machos de la manada. Allí estaban todos los que iban a luchar esa noche. Detrás de ellos había otros que no había visto. Debía ser parte del ejercito de Layan, Asule y los alfas gemelos. Comprendía que a pesar de estar ahí no habían dejado la manada sola, pero la cantidad que habían traído era considerable y necesaria.
Con ese número Nebraska supo que la situación sería extremadamente peligrosa. Hades hablaba dando indicaciones de cómo sería la organización y todos lo escuchaban atentamente.
-No estamos consiente de cuanto es el número de lobos que atacará nuestras tierras- lo oyó decir.
Se acercó y cuando él se detuvo un momento para verla acercarse, ella le respondió.
-2000 lobos- ella se puso a su lado –Ese es el número que atacará, estarán aquí poco menos de una horas. Se mueven rápido a pesar de que el estado de muchos no es el mejor-
Lo oyó gruñir. La manada de Hades era de las más grandes y había crecido después de la fusión, pero eso no significaba que la fuerza de defensa fuera inmensa. Había muchos cachorros y lobas y ellas no estarían en la batalla por lo que solo podía contar con una fracción, aunque era fuerte.
Con todos los lobos que habían reunidos estaban casi parejos. Así que la victoria sería quien más rápido matara.
Nebraska sintió varias miradas sobre ella y sabía que era por el cambio de aspecto. Se había recogido el cabello hacia atrás pero que creciera de la noche a la mañana no era normal, además sabía que su presencia era más imponente que antes.
Un aullido se escuchó desde lejos. Se estaban acercando y los alfas comenzaron a desplazar los lobos estratégicamente avanzando hacia el claro del bosque frente a las entradas de la manada. Era una zona llana donde solo podías atacar de frente. Era el mejor terreno para luchar contra un enemigo tan traicionero como Liam.
Layan se acercó a Nebraska y olió el fuerte olor de Hades proviniendo de ella y sabía que había reafirmado su dominio sobre la omega, así como la débil esencia de su celo pasado. No dijo nada, debía ser parte de todo su proceso. Pero también había una pequeña esencia, muy débil que no pudo definir pero que puso los pelos de la nuca de punta y la miró fijamente.
Nebraska tomó su mano.
-Cuídate-
Él le respondió con una sonrisa.
-No te preocupes, alguien como él no es rival para mí o Hades-
Eso era algo que había que comprobar. El lobo chocó sus nudillos con su viejo amigo Saisen y caminó detrás de Celesia hacia la primera línea de defensa.
Hades se cercioró que ella estuviera en una posición adecuada para que pudiera escapar en cualquier caso. Su padre la cuidaría junto a Leoxi, çel beta de Layan que había llegado hacía poco, y al menos veinte lobos más de todas las manadas. Se acercó a su esposa y la abrazó.
-No hagas ninguna locura- le dijo contra el oído –Si la situación se pone tensa, mi padre te sacará de aquí. No pongas resistencia, es lo único que te pido. Si a mí me pasa algo, tú tienes que cuidar de la manada-
-No te pasará nada- ella lo abrazó de vuelta.
Cuando la soltó ella puso una mano en su pecho y cerró sus ojos.
-Esto es lo único que puedo darte antes que te vayas-
Hades sintió un calor abrazador en su pecho que se dirigió hacia su mente y fue como si todo a su alrededor se expandiera.
-¿Puedes oírlo?- la voz de Nebraska resonó en su cabeza, al bajar su rostro se dio cuenta que ella lo miraba con sus ojos dorados.
-Esto es...- respondió de igual forma.
-Una forma que te puedas comunicar con todos a través de mí. Yo seré el puente. Puedes controlar más fácil a todos-
Hades abrió los ojos sorprendido de hasta donde se había extendido el poder de su loba. Miró a su padre.
-¿Pa?-
-Eso suena extraño- Saisen se tocó la sien al no estar acostumbrado a las voces en su mente en el aspecto actual –No le hables mucho de esta manera a tu madre, sabes que no le gusta que estén andando en su mente-
El alfa volvió su atención a su esposa y le besó la frente.
-Gracias, esto me ayudará mucho-
-Ve con cuidado, no dejes que Liam te muerda- le dijo pero en su interior ella sabía que la que le enterraría los colmillos en su cuello sería ella.
Hades se separó de su lado y la angustia la consumió, más intentó mantener la calma. Se puso firme y cerró sus ojos
-¿Qué haces?- Saisen se ponía alerta a su lado cuando el olor de los enemigos se hacía más potente.
-Desplazar mi mente por toda la manada y poner una barrera de control. Es el efecto inverso a dominar la mente. Podía hacerlo con solo un lobo, pero ahora mi capacidad ha aumentado considerablemente- respiró profundo- De esta manera, Liam no podrá someter bajo su control a ningún lobo de nuestro lado-
Saisen asintió moviendo la cabeza.
-Y si te pasara algo y esa barrera se rompiera-
Ella se tardó unos segundo en responder concentrándose comenzando a tejer los hilos entre cada uno de los individuos.
-Con el poder de Liam podría destruir la conciencia de cualquiera rápidamente. Incluso Layan y Hades no están ajenos de eso. No me puede pasar nada, sino estaríamos perdiendo sin que él se esforzara-
-Nebraska, te verdad eres una loba de temer-
Ella le sonrió.
-Solo soy una loba que protege lo suyo-
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Cautiva del Alfa #1.
WerewolfElla es una omega Pura y reina de su manada hasta que su esposo la destronó y encerró. Dos de sus hijos descubren la verdad y piden ayuda al alfa de la manada enemiga. Pero solo aceptará con una condición. Ella tiene que ser de él Y ella no volverá...