Silene Osbone es tan perfecta como una rosa...
Cristal Milestone admira tanto a Silene que solo quiere ser igual a ella...
Dicen que las rosas son las flores más hermosas del prado, las que todos ven. También dicen que son perfectas por su color, ar...
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Capítulo 25: Secretos 23 de junio
8:25 am
Rubí se pasó toda la noche dando vueltas en su cama, pensando en lo estúpida que fue su decisión de cantar en público solo para mostrarse fuerte ante Silene. Sentía la ansiedad y los nervios recorrerla de pies a cabeza, ni siquiera se molestó en preguntar que susurraban Aviv y Sanne al otro lado de la mesa, solo estaba sumida en sus propios monstruos ¿Cómo haría para cantar en un escenario, si a penas podía hacerlo frente a una fogata?
El problema de exponer su voz frente a tantos ojos no era cantar. No. El problema es que solo con pensarlo se sentía como volver a las calles de Londres, cantar frente a un montón de miradas que la juzgaban, pero no la ayudaban. Era una sensación horrible, como un vacío que no se iba y que estaba intentando tragársela. Removió su comida en el plato, intentando distraerse, pero no hizo diferencia alguna.
¿En qué lío se había metido?
Entonces, un golpe en la mesa la devolvió a la realidad. Levantó la mirada, y notó que su hermano había dejado una servilleta con algo escrito justo frente a ella. Observó a Caleb, quien aún no tenía sus lentillas puestas. Sus ojos de distinto color se achicaron ante la emoción contenida en su sonrisa. Incluso aunque él era alguien que solía levantarse de buen humor, le pareció que estaba demasiado alegre esa mañana.
—Escribí una canción —soltó él. Estaba despeinado y tan solo con su pantalón de pijama puesto. Recién se había levantado y, a juzgar por la emoción en su voz acompañada de un ligero cansancio, capaz ni siquiera había dormido.
—Y yo robé un banco —le respondió Rubí, con diversión en su voz —. Oh, y conocí a la Reina se Inglaterra, tomamos té y ahora somos amigas ¿Alguna otra imposibilidad ocurrió esta noche? ¿Vieron volar a algún gato? ¿Llegó mi carta de Hogwarts? ¿Aviv, tía Sanne, acaso se acostaron?
—¿Ves? Te dije que te habían visto fugarte en la noche a mi habitación, Avi. Bueno, se tenía que saber tarde o temprano...—tanto Rubí, como Caleb, voltearon a ver a su tía Sanne con sorpresa tras esa información. La encontraron con una sonrisa divertida, sus ojos brillando por contener una carcajada —. Solo seguía enumerando imposibilidades, preciosos.
Aviv soltó una carcajada ante la broma de la chica, pero los hermanos Carlton no le encontraron la misma gracia que ellos dos a su pequeño chiste. Claro que fue muy poca la atención que le prestaron, pues el foco volvió a ser la servilleta con letras sobre ella una vez que Caleb golpeó la mesa una vez más.
—Resténle una imposibilidad a su lista porque yo, Caleb Carlton, escribí una jodida canción —inistió él, aún sonriendo. Rubí tomó la servilleta y observó con cuidado las letras. Para su sorpresa, sí rimaban —. No soy tan bueno como ustedes, Avi y Rubí, pero lo intenté y me gustó. Creo que quedó decente.
