Capítulo 8:
Amor con olor a rosas
11 de junio8:35 pm
Quizá lo que más le gustaba a Caleb de vivir en L.A era poder despertar junto a Silene una que otra mañana. Le encantaba el aroma a rosas que desprendía, poder abrazarla por la espalda y esconder su nariz en su cuello para poder memorizar la fragancia exacta que usaba se había convertido en su pasatiempo favorito. Se sentía parte de ese momento, parte de ese amor con olor a flores.
Y no tienes ni idea de lo importante que era eso para Caleb.
Silene se removió un poco en sus brazos al sentir un beso en su cuello. Él sonrío y la atrajo más a su pecho. En momentos como ese, no extrañaba en lo absoluto Londres.
—Buenos días, cantante —le dijo ella, con voz adormilada.
—Buenos días, princesa —respondió él, aunque no tenía muchas ganas de levantarse —. Amo tenerte tan cerca. No puedo creer que viví tantos años lejos de ti.
—Somos dos —ella se volteó, para poder tenerlo frente a frente —. Y pensar que Inglaterra no me pareció tan lejana en algún momento...
Antes de poder mirar los ojos de distinto color de su novio, ella llevó su vista hasta sus labios, que poco después se animó a probar. Consumió el momento en un beso con sabor a todas las veces que quisieron estar así y no pudieron. Finalmente, estaban tan juntos como lo desearon desde el inicio de su relación. Los centímetros eran nulos, los milímetros a penas si podían respirar entre los dos. El aroma a distancia ya no existía, solo quedaba una intensa a fragancia a rosas rojas.
Un "te amo" con olor a esas flores.
El beso duró tanto que se convirtió en dos besos, luego en tres, luego en cuatro...Y el resto es historia. Hay cosas que se ven tan bien, tan correctas, que jamás las ponemos en duda. Un amor como ese se veía tan perfecto, tan ideal, que cualquiera creería que su historia no tendría un desenlace con baches de por medio. Eran como una canción de amor que quieres repetir una y otra, y otra vez, hasta que las letras y la melodía se vuelven parte de tus pensamientos.
Hasta que quedas tan agotado por escucharla...que solo quieres seguir escuchandola.
Como era de esperarse, no podían quedarse ahí toda la mañana. Así que ella se puso su vestido y su labial color carmín, él se puso sus jeans y sus lentillas azules. Así, todo se vió más que perfecto.
—Te amo —le dijo él, antes de salir de su gran habitación. Ella le sonrío.
—Lo sé —fue su respuesta y luego tomó su mano —, yo también lo hago.
Así que su día empezó bastante bien, pero ese once de junio en partícular no inició así de alegre para otras personas. En realidad, para uno en específico, ese día no era más que un horrible recordatorio. A pesar de que era una mañana soleada, y hasta linda, para él no era más que...
ESTÁS LEYENDO
Rosas ||P.E #3
Teen FictionSilene Osbone es tan perfecta como una rosa... Cristal Milestone admira tanto a Silene que solo quiere ser igual a ella... Dicen que las rosas son las flores más hermosas del prado, las que todos ven. También dicen que son perfectas por su color, ar...