Capítulo 63 (parte 1)

562 125 27
                                    

Capítulo 63:Un ramo de rosas15 de agosto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 63:
Un ramo de rosas
15 de agosto

3:20 pm

—Vaya...—soltó Cris, viendo el detalle en la mesa circular al centro de la sala de estar —. Ese es un gran ramo de rosas, titi Sanne.

Observó con impresión el gran ramo de quizá un metro de largo colocado justo en el medio de la mesa. Fuera de eso, la casa de Caleb y Rubí se veía exactamente igual, tan grande e impresionante como la recordaba. Recién estaban llegando, por lo que los únicos que habían notado su presencia eran Sanne, Aviv y Derek. El resto estaba en el patio, lejos del aroma floral a rosas que desprendía ese ramo. Sanne solo pudo soltar una carcajada ante el comentario de Cris. 

—Unos fanáticos se lo enviaron a Rubí —le explicó —. Es un lindo detalle, pero bastante exagerado. Ella estaba toda avergonzada por esto... 

—Así que a Sanne se le ocurrió ponerlo en el centro de la sala, para que todos lo vean y la vergüenza aumente—señaló Aviv —. Ella puede ser tan adorable, ¿no lo crees?

—¡Oye! ¡Tú me diste la idea!

—Sí, pero yo nunca he sido adorable, Sanne. Era de esperarse que yo hiciera esto, tú no. 

El cambio en Aviv era notable. Estaba más alegre, más seguro, más satisfecho con todo lo que lo rodeaba. No era el mismo hombre que llegó a Los Angeles un año atrás fingiendo estar bien cuando no lo estaba. Esta vez, se notaba que nada en su sonrisa era fingido. Miraba a Sanne con amor, de la forma en la que uno mira un futuro por el que quiere pelear.

Quizá ese era el mayor cambio en él: tenía ganas de un mañana lleno de felicidad, pues ya no estaba estancado en un ayer lleno de lágrimas...

Eso y que ya no chocaba con las paredes; otro cambio importante. 

Les sonrió a ambos, contenta de verlos así. Luego, sintió un gran abrazo en su espalda que la hizo reír. Su tito Derek estaba demasiado cariñoso y era de esperarse, pues a él si que no lo había visto en un año entero. Él siempre fue su tío favorito, su segundo papá. Verlo de nuevo era increíble, sobre todo cuando se notaba que él seguía igual de entusiasta y peculiar.

Hay gente que no necesita cambiar.

—¡Estoy tan, tan, tan feliz de verte de nuevo! ¡No sabes cuanto te extrañé! —habló él, alzándola del suelo. Ella no pudo evitar reír —. Estás tan distinta. Te ves tan...grande, tan madura ¡Y estás tan alta!

—Yo también te extrañé mucho—habló ella, devolviéndole el abrazo —. Pero no estoy más alta, estoy igual.

—Tonterías. Tú y los huracanes están demasiado cambiados, es una tortura no poder verlos crecer de cerca —él soltó un suspiro dramático ante su tragedia inventada. Aún así, se recompuso con rapidez y le sonrió a su sobrina —. Bueno, antes que el resto de la familia te acapare, cuéntanos qué tal te está yendo en el programa M.E.R

Rosas ||P.E #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora