Silene Osbone es tan perfecta como una rosa...
Cristal Milestone admira tanto a Silene que solo quiere ser igual a ella...
Dicen que las rosas son las flores más hermosas del prado, las que todos ven. También dicen que son perfectas por su color, ar...
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Capítulo 50 (Parte 2): Desastres que se cruzan 1 de agosto
10:45 am
—Vaya —soltó Rubí, sin poder esconder el nerviosismo en su voz —. Ese es un gran escenario...
El C.A comenzaba a prepararse para el gran día de la presentación. No solo contarían con el lanzamiento del disco de Caleb Carlton, sino que durante toda una semana habría presentaciones de las distintas áreas artísticas del lugar.
Podía ver a algunos bailarines practicando por los jardines, a los artistas pintando varios paneles, a las modelos posando, a los músicos ensayando. En tan solo catorce días todos ellos demostrarían lo que eran capaces de hacer...
En catorce días, Rubí tendría que revelar su voz ante el mundo una vez más.
Creyó no estar nerviosa, pero entonces acompañó a Caleb, Aviv y Elise al C.A para ver los preparativos. Se encontró con Malory y Brandon, quienes los guiaron por todo el jardín hasta llegar al centro de este, donde un enorme escenario consiguió intimidar a Rubí una vez más. Tragó saliva al pensar que tendría que aguantar miradas sobre ella una vez más, miradas que quizá tendrían la misma lástima que vio cuando cantó en las calles. Estaba sumamente asustada, ahora no sabía si podría hacer lo que le prometió a su hermano y tío.
—Es genial, ¿verdad? —le preguntó Brandon, sin notar lo nerviosa que ella se había puesto —. Aquí se hacen todas las presentaciones de la semana del C.A. El escenario se transforma en pasarela y las luces atrás son increíbles; perfectas para que ustedes resalten y yo pueda fotografiarlas.
—Necesitamos hacer pruebas de sonido, saber si la acústica es buena y los micrófonos están bien —habló Aviv. De inmediato, Rubí se tensó. Pruebas de sonido implicaban cantar —. Pero escucho mucho ruido ¿Siguen ensamblando el escenario?
—Si —respondió Caleb. Cualquiera habría pensado que estaba tranquilo, pues lucía bastante calmado con sus manos en los bolsillos de su pantalón y sus ojos cubiertos por unos lentes de sol. No estaba intimidado, pero si sentía los nervios de siempre —. No creo que podamos hacer pruebas de sonido hoy, todos parecen estar ensayando.
Rubí soltó un suspiro aliviado. No estaba lista para cantar el publico, dudaba estarlo para el día de la presentación. Observó el escenario con nerviosismo, mordiendo su labio y jugando con un mechón de su cabello teñido. Empezó a sentir esa ansiedad de siempre, esa que tanto la preocupaba y no podía manejar ¿Y si perdía el control de nuevo? ¿Y si decepcionaba a los que quería? Sus pensamientos comenzaban a aturdirla, la sensación de querer librarse de ellos regresó como una vieja amiga.
Elise notó que las respiraciones en la chica comenzaban a ser más rápidas y pesadas. Se acercó a ella y puso una mano en su hombro, llamando su atención. Rubí encontró los ojos avellana de Eli y una sonrisa comprensiva. Intentó sonreírle de vuelta, pero no funcionó.
