Capítulo 31 (parte 1)

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Capítulo 31:Canciones para los Blake (parte 1)27 de junio

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Capítulo 31:
Canciones para los Blake (parte 1)
27 de junio

3:00 pm

Adam sabía que el que las canciones de Caleb no fueran hechas para Silene seria un gran problema. Supo desde el instante que lo sospechó que su princesa se sentiría dolida y que despertaría a viejos fantasmas de su pasado. Sin embargo, a pesar de que conocía mejor que nadie a esa chica que caminaba hacia su auto con los ojos cristalizados, no pudo predecir la tormenta que desató la revelación de la verdadera autora de esas melodías.

No tardó en manejar hasta la casa de Caleb tan pronto como Silene lo llamó, pero ni siquiera la encontró ahí, sino unas calles más abajo. Ahora, ella estaba entrando al auto y sentía que se quebraría en cualquier momento, justo frente a sus ojos. Toda la furia que había desatado en su pelea con Leb desapareció para dejar los verdaderos sentimientos de Sile a la luz, y no eran sentimientos bonitos los que ahora dominaban su corazón.

—¿Princesa? —cuestionó Adam con cautela —. ¿Qué ocurrió? ¿Te encuentras bien?

Los silencios de Silene siempre fueron preocupantes. Él sabía que, cuando su boca callaba, entonces su mente pensaba demás. Su princesa era brillante, quizá una de las personas más inteligentes que conocía, pero ese cerebro suyo hacía mucho más que solo tener pensamientos increíbles; la torturaba, su propia cabeza se convertía en su enemiga y entonces Silene no podía esconderse en su torre, ni usar un escudo, ni fingir que era una rosa...

Porque la peor enemiga que tenía, era ella misma.

Adam podía imaginar que ese cruel villano que ella tenía en su cerebro debía de estar convenciéndola de que la vida la había decepcionado una vez más, que falló en su deber de ser perfecta ¿Sabes? Él nunca estuvo de acuerdo con las opiniones de Silene, ni con la forma en la que ella veía al mundo. Ella creía que los golpes que le daba el destino eran intencionales y que debía devolverlos con más fuerza.

Él creía que esos golpes eran lecciones...unas muy jodidas lecciones que te hacen caer al suelo para obligarte a levantarte.

Así que siempre odio el hecho de que ella culpara tanto a la vida, de que se hiciera la víctima cuando había gente sufriendo a niveles que ninguno de los dos podía comprender. Pero, aún así, no podía odiarla a ella, ni a sus razones. Silene era alguien que creció con enredaderas en su corazón, que poco a poco fue perdiendo la idea de felicidad que creó cuando era niña. Alguien a quien le arrebataron su felicidad no merecía más odio, merecía comprensión.

¿Y quién mejor para entender el encierro de una princesa que el dragón que se mantiene encerrado a su lado?

Él apagó el auto y esperó con paciencia a que el peligroso silencio de Silene acabara. La observó mientras tanto, notando que en sus labios no habia pintura y que estaban hinchados. Le rompió el corazón verla sus ojos tan achicados, sabía que estaba aguantando las ganas de llorar. Era cuestión de segundos para que se quebrara, para que soltara cada pequeña emoción contenida. Él estaba preparado para recibirlas...o eso se dijo.

Rosas ||P.E #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora