Capítulo 28

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Capítulo 28:Verdades que lastiman27 de junio

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Capítulo 28:
Verdades que lastiman
27 de junio

12:46pm

—¡Acabo de pedirles matrimonio a los Cooper! —el grito de Lid se escuchó incluso antes de que entrara al estudio de música seguida por sus tres amigos —. Están todos invitados a la boda, siempre y cuando traigan regalos.

—Espera...¿qué?

No importaba que tanto tiempo pasaran con los terremotos, parecía que los hermanos Carlton no terminaban de acostumbrarse del todo a sus ocurrencias y travesuras. De vez en cuando se aparecían por el estudio, a bromear con sus "primos británicos", entonces ellos escuchaban por horas sus peculiares ideas. La verdad, ellos cuatro rara vez se quedaban quietos. Así que, una vez llegaban, traían cierto desastre consigo.

Pero era un desastre divertido.

—Es cierto, nos dio anillos de dulce —señaló Easton, mostrando el suyo. Sonreía con diversión ante el solo recuerdo —. Y se puso de rodillas. Fue tierno.

—Habría sido más tierno si nos hubiera dado la oportunidad de decirle que no —soltó Tyler, con su dulce en la boca —. Pero tu anillo está delicioso, Lid. Supongo que por eso te perdono.

—¡Gracias, futuro esposo! Lo tendré en cuenta cuando peleemos como una pareja casada.

—Ustedes cuatro no paran de sorprenderme —carcajeó Cris, mientras Easton tomaba asiento a su lado y junto a Rubí —. ¿Puedo ser la madrina?

—Obvio. Drew será el padrino y tú la madrina. Caleb, Rubí, ustedes cantarán mientras los tres caminamos al altar y la tía Sanne junto con Aviv pueden tirar pétalos de rosas. Elise, tú si quieres puedes ser parte del cortejo ¡Será genial!

—Bueno, parece que nuestra futura esposa lo tiene todo planeado —rió Easton —. Eso nos ahorra trabajo ¿Cierto, hermano?

—Estamos comprometidos con Lid Osbone. Creeme, nos sobrará trabajo por el resto de nuestras vidas.

Caleb soltó una carcajada ante esos pequeños y Elise sintió ese latir en su corazón que la molestaba. No olvidaba lo que le había preguntado, que en realidad no sabía quien era él. En ese momento, era el Leb amable y agradable que su familia conocía, pero cuando estaban solos se convertiría en la versión pícara y audaz que solo ella parecía conocer. Necesitaba saber si ambas versiones eran parte de la misma persona, o si él solo se escondía en varias máscaras para satisfacer a alguien más.

Y, para ser honesto, él también necesitaba saberlo.

—Santo Cielo —rió Sanne —. ¿Qué dirá Derek cuando su nenita se case a los doce años?

Rosas ||P.E #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora