Capítulo 5:
¿Por qué rosas?
27 de mayo9:45 am
El Centro de Artes J.S nació de una idea que un buen amigo le dio alguna vez al prestigioso tasador de obras, Jacob Everton. Él todavía podía recordar bien a quien fue su mejor amigo diciéndo: "Hey, Jacob, ¿no sería genial tener un lugar en el que se pueda respirar arte?". Y eso era el C.A, uno de los escasos rincones del mundo en el que el arte no solo estaba, sino que se sentía como si este se intercalara en los poros de la piel.
Era un lugar en el que el oxígeno olía a creatividad.
Estaba constituido por ocho departamentos, ocho edificios de fachadas decoradas colocados en circulo alrededor de un enorme jardín lleno de caminerías. Cada departamento representaba un arte: arquitectura, pintura, escultura, literatura, música, danza, cine y diseño; y, en ellos, se impartían clases, cursos, y actividades relacionadas a su área específica.
Alguien que solo ha escuchado de él creería que no es más que una simple escuela que forma artístas de todo tipo. Sin embargo, para los que lo habían visto, esa definición se quedaba corta. El C.A no solo era una escuela, era el hogar de jovenes cuyos corazones latían al ritmo de la originalidad, la libertad; era un rincón en el que podían expresar todo lo que el mundo real a veces busca callar.
A Caleb le gustó todo ese ambiente desde el instante en el que entraron al C.A. Las fachadas de los edificios estaban decorados cada uno a su manera, y parecían encajar con el arte que representaban. En el jardín, decenas de chicos y chicas en su mayoría jovenes, bailaban, hacían música o pintaban. A donde mirara, había alguien haciendo algo impresionante. Era increíble, como entrar en un mundo paralelo en donde las reglas no tenían sentido, porque estaban hechas de arte.
Volteó a observar a su hermana, quien caminaba junto a Sanne y Aviv tras él y Silene. Por alguna razón, creyó que ese lugar podría llegar a sacarle una sonrisa a Rubí. Es decir, ella era de las personas más creativas que conocía, casi sentía que su hermanita pertenecía a ese lugar. Sin embargo, la adolescente mantuvo su mirada inexpresiva en todo momento. Parecía que nada sería capaz de animarla.
Y eso lo desanimaba a él.
Al menos, tenía a Silene para animarlo. Ella andaba a su lado por las caminerías con su mano entrelazada a la de él, los guiaba por el C.A hasta el departamento de música. Conocía ese lugar de memoria dado que, de adolescente, llegó a pasar muchos días ahí. De hecho, fueron los cursos de modelaje impartidos por las gemelas Silvana y Samara Stewart en el departamento de diseño los que la impulsaron a convertirse en una modelo de una industria tan importante como lo era la industria Miles Tone.
Y, en la actualidad, ella impartía unos cuantos cursos también. Por ende, se sentía casi como en casa en ese lugar.
El que Caleb comenzara a trabajar en el estudio de grabación en el departamento de música la tenía muy emocionada. Sabía que él era una figura pública conocida, que la única razón por la cual no habían sido asaltados por paparazzi y fanáticas hasta el momento era porque él estaba cubierto con un gran abrigo y lentes de sol, y que su presencia en el C.A le traería mucha publicidad a ese lugar. Además, lo tendría cerca. Su trabajo solo quedaba a treinta minutos, su apartamento a diez, el gimnasio que habituaba a cinco...
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Rosas ||P.E #3
Teen FictionSilene Osbone es tan perfecta como una rosa... Cristal Milestone admira tanto a Silene que solo quiere ser igual a ella... Dicen que las rosas son las flores más hermosas del prado, las que todos ven. También dicen que son perfectas por su color, ar...