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Gilbert.

—Winifred.  —respondió la chica apartando un rizo que caía sobre su rostro con una sonrisa —Winifred Rose.

—Sabía que empezaba con Wini. —dijo Prissy estirando una manta en el suelo—. ¿Qué tienen para comer? Tengo un agujero negro en mi estómago que amenaza con consumirme si no lo alimento urgente.

—¿Eres universitaria? —preguntó Billy muy interesado, tosió al ver la mirada que le regaló Jossie—. Pregunto...porque a mí también me gustaría estudiar en la universidad, sí, por eso.

—Qué considerado de tu parte, Billy. —vociferó tomando una frutilla y tirandosela en la boca con fuerza su novia—. Come.

Winifried los miraba bastante confundida. —No, de hecho, —respondió sentándose junto a Prissy y Sadie en la manta– aún no termino la escuela, soy un año menor que las chicas, Prissy es una exagerada.

Jane se unió a nosotros, y sacó de su mochila una toalla para envolverse. Al ver a Sadie, lanzó un beso en su dirección y sacó un sándwich, que Prissy le quitó en el momento en el que ella se sentó a su lado. —¡Oye, no soy exagerada! Lo digo porque hace como dos años que la aceptaron en la Universidad de Toronto, es algo así como una genia desde muy pequeña.

—¿Qué te pasó a ti, Sadie? —preguntó Jane y ella agarró un pedazo de galleta y se la arrojó, la menor de los Andrews alcanzó a abrir la boca para que esta le cayera en la boca. Alzó los brazos triunfal, y Winifred sonrió en su dirección con unos dientes perfectos.

Era linda de una forma bastante tradicional, sus rizos color oro brillaban con el sol, y su piel mostraba un bronceado delicado. Se dió cuenta que la observaba y me sonrió a labios cerrados, yo le devolví la sonrisa.

—La genética apesta. —suspiró la pelinegra apoyándose en el tronco igual que la pareja de tortolos—. Es linda, inteligente, y será una cirujana millonaria. Lo único bueno es que me recibirá en su mansión cuando mis papás se cansen de mantenerme.

¿Cirujana?

—Falta mucho para titularme, creo que no te soportarán tantos años, prima.

Sadie suspiró. —Iba a defenderme pero tienes razón, deberé conseguir algún novio millonario que me mantenga con urgencia. Un anciano quizás.

—Amiga, yo me titularé antes de Administración de Empresas, y juro que dejaré que vivas como sanguijuela consumiendo mi dinero sin necesidad de un pobre abuelo.

—Por eso eres mi mejor amiga. —dijo con dramatismo Sadie estirando una mano en su dirección.

—Hablando de novios ancianos. —soltó Jossie apartándose del cuerpo de Billy– ¿Qué tan cierto es que estás en algo con el Sr. Phillips, cuñi?

Prissy emitió una exclamación en su dirección casi atragándose con el sándwich. Tosió volviendo a la normalidad unos segundos después. Winifried la miraba con atención, y yo a ella, había algo en los gestos que emitía que llamaba mucho mi atención. —¿En algo?

La rubia asintió. —En un amorío. Eso dicen las malas lenguas.

—Es guapo. —dijo Tillie y todos la miramos confundidos–. Sacando lo de su edad y carácter. Si no se enojara tanto quizás no tendría ni una sola arruga.

Billy soltó una arcada fingida. —Qué asco, Prissy. Pensé que al menos tenías un estándar.

–La gente dice mucho en este pueblito. —comentó la mayor de los Andrews apartando su cabello hacia atrás–Además, hermanito...lo que pase o no pase por mis labios, es tema mío. Y tiene veintiséis años, no cuarenta, no tiene arrugas.

Anne Of The Present Donde viven las historias. Descúbrelo ahora