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Gilbert.

—Alguien tiene que venir, ¿no?

Eran las 10:22 y estábamos todos en el gimnasio esperando a los demás estudiantes que habían dicho que querían participar de la intervención. Anne ya no tenía uñas de lo nerviosa que lucía porque habían pasado dos minutos y aún nadie llegaba.

Prissy sintió regalándole una mirada cálida. —No han pasado nisiquiera cinco minutos, Anne.

—Sí, Anne.. —soltó Charlie Sloan mirando sus zapatos— Nadie podría dejarte sola. Digo...dejarnos, por el plan. Porque es muy buen plan, digo...

¿Eh?

—En todos lados llegar tarde es una falta de educación, —expresó Ruby ignorando totalmente a Charlie— deberíamos amonestarlos o algo.

Tillie apartó la vista del espejo donde maquillada sus labios con brillo y suspiró. —No son un ejército, Ruby. No podemos amonestarlos...

No percibí más de su discusión porque me escabullí hacia Anne mientras todos seguían inmersos en la conversación de 'porque no podemos tomarnos atribuciones de general si no lo somos'.

Estiré con delicadeza mi mano en dirección a la suya acariciandola unos segundos con discreción. —Estará todo bien, vendrán.

Se puso tensa unos segundos y la miró con los ojos muy abiertos, pero luego se calmó y sonrió en mi dirección.

Diana pareció notarlo porque soltó un chillido y apuntó nuestras manos, todos la miraron guardando silencio. Nosotros apartamos las manos al instante y Anne le hizo una seña con la cabeza para que manteniera la compostura logrando que desviara el brazo.

—¿Qué pasó? —preguntó con dramatismo Moody. —¿Estás bien?

Diana pareció entender lo que trataba de decirle Anne y apuntó a la menor de los Gillis—. Eeeh, sí. Es que... Ruby tenía una araña enorme en el cabello y me asusté.

—¡¿QUEEÉ?! —gritó la rubia y Anne a mi lado se llevó la mano al rostro, roja de vergüenza. —¡¿Cómo que una araña?! ¡Saquenmela!

Los demás se encaminaron a ella que hacía un baile extraño por la desesperación y comenzaron a socorrerla, Diana nos expresó un 'Lo siento' con los labios.

—¡No puedo ver si tienes una araña si te mueves así, Ruby! —vociferó Cole tratando de tomarla por los hombros–. ¡Calma!

Pero la rubia no sólo no se calmó, sino que comenzó a llorar mientras seguía moviéndose como pez fuera del agua. Y mientras todos trataban de ayudarla, Charlie se había corrido más de un metro hacia atrás y estaba pálido del miedo.

Moody soltó una carcajada que pareció molestar aún más a Ruby porque no solo seguía llorando sino que en sus movimientos golpeó a mi amigo en la frente.

—¡Auch! —gritó Moody frunciendo el ceño. —Ohhh, ¡ahora está bajando por tu espalda, cuidado!

Anne soltó un bufido y se aproximó hacia ellos. —Ruby, calma. —dijo pero ella no le hizo caso ni un segundo y siguió en pánico total– Calm...

—Eh... —dijo una voz a mis espaldas, me volteé y percibí a una confundifa Venus con un grupo de chicos aún más sorprendidos—. ¿Qué hacen?

La pelirroja al verlos palideció y vociferó algo para ella misma entredientes unos segundos para luego tomar a su amiga por los hombros con una fuerza que no sabría decir como alguien tan delgada como ella pudo sacar. —¡Cálmate por todo lo lindo y terrenal! ¡Ya murió!

Anne Of The Present Donde viven las historias. Descúbrelo ahora