30

2.4K 327 268
                                    

Gilbert.

—Entonces, ¿estaban en el baño los dos sentados en el suelo porque..? —se tocó los bolsillos del chaleco y cerró los ojos con frustración– olvídalo, no necesitamos charlas amorosas aquí ¿me prestas tu teléfono? el mío se lo llevó Anne.

Saqué mi teléfono, y lo tendí en su dirección. —¿Porqué tienen el cuaderno de el Profesor Phillips...?

—Contraseña. —pidió ignorando mi pregunta y yo puse mi huella.

¿Porqué nadie me quería contar porqué estuve encerrado en un baño y ahora estoy prestando mi teléfono? ¡Yo podía ayudar! ¡Me vi todas las temporadas de Sherlock Holmes!

Abrió el cuaderno rojo con rápidez, noté como los anillos brillaban en sus dedos mientras pasaba las páginas buscando algo. Bufé y fui a la sala para mirar si alguien venía pero un grito ahogado y el sonido del cuaderno azotandose en la cerámica me detuvieron a mitad del camino —No puede ser...

—¿Qué pasó, Diana? —pregunté agachandome para levantar el cuaderno, al que por suerte no le había pasado nada y me incorporé a su lado. Noté al instante qué había llamado su atención: del cuaderno sobresalían al menos veinte imágenes, tomé una. —¿Él es...?

Asintió con los ojos como platos, tomé las fotos y comencé a pasarlas: el amigo de Anne comprando en una librería, paseando a un perro, sentado en una banca, trabajando con su familia.

—¿Porqué tiene fotos de Cole? —negó sin apartar la vista de las fotos, las dejé donde mismo y comencé a pasar las páginas, notas sobre tareas, mallas curriculares, horarios, calificaciones.

—Espera. —me detuvo y apuntó al teléfono con una torpeza muy impropia de ella –Son las calificaciones de Cole, mira: todas están tachadas y llenas de borrones, mientras que las demás están sumamente prolijas.

Asentí porque era verdad, todo estaba en orden y con lápiz grafito mientras que en el reglón que decía Mackenzie todo era un caos y estaba lleno de borrones.

Me detuve en una nota escrita en un hoja color verde palo.

"Andrews:
Gracias por tanta atención en las clases por tu muy buena comprensión y disposición.
Esperando que lo repitamos cuando quieras, y dónde quieras.
—Siempre tuyo, Sr. Phillips."

Fruncí el ceño y Diana a mi lado soltó un chillido de asco acompañado de un temblor.

—Perdón por la exclamación grosera pero... —solté mientras ella capturaba imágenes de la carta, para después comenzar a tomar las fotos. –¿esto no es lo jodidamente más extraño que has visto en toda tu vida?

Asintió mirándome con los ojos muy abiertos aún. —Y seguramente en todas las jodidas vidas que vengan.

No sé qué había sido más extrañado de mi día, pero si me hicieran elegir, seguramente sería el haber escuchado a Diana Barry decir una grosería.

Pero abajito de eso estaría el hecho de que el Señor Phillips tenía una obsesión bastante perversa con el amigo de Anne, un amorío bastante morboso con Prissy Andrews y una ortografía nefasta. Además de que, quizás y solo quizás casi me había besado con Anne después de que propusieramos una tregua.

—Se supone que es profesor de Lengua. ¿cómo escribe frondoso con z? —le comenté indignado a Diana mientras caminábamos por el pasillo, ella se detuvo en seco y me miró totalmente seria.

—De todo lo que encontramos, ¿de verdad me vas a decir que te fijaste en si escribió o no mal una palabra? ¿Es una broma?

Levanté el hombros. —No solo escribió mal una palabra, al menos cinco...

Puso los ojos en blanco y comenzó a caminar otra vez, yo siguiéndola detrás como si ella fuera mamá gallina y yo un simple pollito a su ciega.

—¡Ahí estás! —gritó de pronto y apuró el paso. Anne estaba saliendo del baño de niñas, al vernos sacó el teléfono de Diana y lo estiró a su dirección.

—Me quedé yo con tu tele...

Diana asintió, se lo guardó y la tomó por los hombros. —Eso no importa. ¡No vas a creer lo que encontramos!

—¿Encontramos? —preguntó parpadeando confundida.

–Ah, sí. Ahora Gilbert es parte de la misión Garza. —hizo una mini sonrisa y luego me hizo una seña—. Muéstrale.

Le tendí el teléfono a Anne, y nuestros dedos se tocaron cuando lo tomó, noté que sintió la misma corriente que yo porque me miró fijo unos segundos y luego apartó la vista concentrándose en los archivo.

—¿Misión Garza? —carraspeé incómodo tratando de interrumpir el silencio.

—Sí. —asintió Diana– por el pájaro. Es largo y flaco y a Anne le pareció similar al Profesor Phillips. ¿Y...?

Anne abrió los ojos con sorpresa como nunca antes lo había visto, parpadeó cada vez más confundida mientras pasaba por las fotos.

—¡Te lo dije! —vociferó Diana— Es lo más extraño del mundo.

—Sí...—susurró la pelirroja acercándose más al teléfono— ¡¿Escribió frondoso con z?!

—¡Eso mismo dije yo! Y mira... —señalé acercándome al teléfono y pasando a la foto siguiente— Ahí escribió monosílabo con v. ¡con v!

Anna frunció el ceño. —Y ahí proporcionalidad con s...no puedo creerlo. ¿cómo es que se graduó con esa ortografía?

Diana puso una mano sobre su rostro, indignada. —Me rindo.

—Y esto también...obvio. —prosiguió Anne al ver a su amiga, volviendo a la realidad—. Es más turbio de lo que yo creía, está como...

—Obsesionado, perturbado, loco. —completé yo y ella me apuntó con una mano dándome la razón.

Hizo una mueca de asco como si fuera una niña pequeña rechazando los vegetales, tuve el impulso de sonreír pero me mordí el labio para no hacerlo. —Eso, obsesionado con Cole. ¿Y sí, no sé le gusta?

Diana frunció la nariz. —No creo..¿leíste la carta que escribió para Prissy?

—Nunca la envió, por algo será. —chasqueó la lengua la pelirroja y nos mostró la pantalla—. Además, perdón...pero he visto más romanticismo en las recetas del Oftalmólogo de Marilla que en esa nota.

Asentí y Diana mostró una mueca de lástima. —Pobre Prissy...

—Deberíamos hablar con Cole, y luego con ella, mostrarles todo esto. Si hay alguien que merece saber la verdad antes de que hagamos lo que planeamos son ellos...perdón pero, ¿soy la única que tiene miles de escalofríos con esta situación?

Los dos negamos con la cabeza, no había dejado de sentir lo mismo desde que pusimos el cuaderno otra vez en el casillero.

—Hay que esperar a que el timbre suene y tú, Diana podrías ir a buscar a Prissy, yo voy por Cole, y tú, Gilbert, vas a ver si está lloviendo en el patio.

—¡Anne! —la reprendió su amiga.

—¿Qué...?  —levanté una ceja en su dirección y ella suspiró—Está bien, Blythe. Puedes participar.

Anne Of The Present Donde viven las historias. Descúbrelo ahora