Gilbert.
—No puedo creer que alguien sea tan salvaje—exclamó con dramatismo Jossie Pye luego de que Anne se fuera, sentándose en su puesto de siempre, rodeando el cuerpo de su amiga que aún sollozaba y recogía su comida con ayuda de Diana–. Siempre lo supe, y ustedes la defendían por huérfana, já.
—Cállate, Jossie. —ordené con amargura y ella arrugó la nariz sin entender mi desplante pero respetando mi petición y callándose.
Lo había arruinado hasta el fondo por actuar sin pensar. Anne quizás necesitaba su espacio para acostumbrarse y yo la presioné, y no solo eso, la puse en una situación horrible. Tuve ganas de ir a un espejo y preguntarme a mí mismo porqué era así de impulsivo a veces. Sentí la mirada de las personas a mi alrededor curiosas aún por lo que había ocurrido.
Ruby terminó de recoger sus cosas unos segundos después y tomó mi rostro con sus manos, con una cara de preocupación digna de Oscar. Como si Anne me hubiera boxeado, y no solo pegado en la mejilla: —¡¿Estás bien?! ¡¿Qué tiene en la cabeza esa niña?!
Suspiré y saqué sus manos de mi cara. Ella se fue a sentar muy a su pesar. —Yo la molesté primero y la llamé zanahoria. No fue nada.
El silencio de Jossie duró dos segundos: —¿No fue nada? Te golpeó Gilbert. En el rostro. Adelante de todos. ¿Soy la única que ve la seriedad de que cualquier niñita se enfrente a nosotros? Es penoso.
—No debería volver a sentarse ni a estar con nosotros, se le subieron los humitos muy rápido. —declaró son seguridad Billy, todos menos Diana, que se mantenía en silencio perdida en sus pensamientos y Moody, —que bueno, era Moody,— se mostraron de acuerdo.
Pero mi amigo habló con la boca llena quitándole la seriedad al asunto: —No fue para tanto. Si a Gilbert no le importa no sé porqué debería importarles a ustedes, chicos.
–¿Cómo no nos va a importar? —chilló Ruby, ya sin lágrimas en sus ojos, pero aún notablemente afectada–. ¡Agredió a Gilbert!
—Anne no estaba haciéndole nada. —contestó Diana con su calma y elegancia normal, pero con una seriedad digna de una jueza dando su sentencia—. Gilbert la molestó arrojándole galletas, luego le tiró el cabello y le dijo zanahoria. Quizás no debería haber reaccionado así, pero la culpa es de los dos, no solo de Anne.
No levanté la vista de mi comida al oír sus palabras, me sentía sumamente culpable, yo lo había arruinado todo, otra vez. Recordé cómo me había levantado esa mañana feliz pensando que sería un buen día. Já.
—Aunque Gilbert le hubiera arrojado pegamento en el cabello, ella no tenía derecho a agredirlo así. —respondió Jossie Pye— Perdón, Diana, pero nos estábamos comportando bien con ella por que a ti te agradaba, pero hoy nos dejó en claro que no está a nuestro nivel. Es huérfana, y vagabunda, ese era indicio suficiente para saber que sería sumamente vulgar.
—¿Piensan igual todos? ¿Tillie? ¿Jane? ¿Chicos? —preguntó tratando de buscar la mirada de sus amigas en la mesa, que en lugar de responderle apartaron la vista en completo silencio—. Está bien, después de todo si Jossie toma una decisión todos la respetamos como si fuera una verdad intangible, ¿no?
Jossie la miró con un falso gesto de dolor. —Diana, yo no hice nada, no tienes porqué enojarte conmigo, amiga. Solo digo la verdad.
La pelinegra bufó sonoramente antes de agarrar sus cosas e irse de ahí.
Billy me miró con comprensión y puso una de sus manos sobre mi hombro. –Yo te apoyo, hermano.
Saqué su mano de mi hombro y me contuve para no poner los ojos en blanco, no sé porqué Billy pensaba que éramos amigos si nunca habíamos tenido una conversación solos. Quería salir de ahí corriendo, pero no sabía cómo hacerlo sin que los demás vieran lo afectado que me tenía esa situación.
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Anne Of The Present
FanfictionAnne Shirley nació con la aventura tatuada en sus clavículas y las ganas de descubrir el mundo bordadas en su espíritu. Así que cuando descubrió que la familia que tanto deseaba no llegaría, tomó la decisión de abandonar el orfanato donde se había c...