Prólogo
El tiempo no siempre sana. Muchas veces de la nada, la mínima cosa y detalle, te trae ese recuerdo que un día quisiste olvidar. Aparece una foto en tu baúl viejo de la que no tenías ni idea y viajas de nuevo a esos momentos en los que las risas eran constantes y los silencios no amargaban a tal punto que parecías ahogarte.
Pensando que el tiempo lo curaría todo, decidí dar un paso más en mi vida y comenzar a soltar mi pasado, mis raíces, mi historia... Soltando también esa sonrisa que se había grabado a fuego en mi cabeza y esa voz de la que era fanático, para que pudiera ser feliz.
Realmente no sé si lo fue.
Solo diré que mi presente es un caos, mi futuro es incierto y mi pasado aún ahoga.
5 años después
Lucas Dawson.
(Nueva York, Diciembre)Las ocho y media de la mañana y ya llevo tres cafés desde que me he levantado. No sé si eso es muy bueno, pero a mí ni con dos jarras enteras me despiertas, y necesito estar activo porque las próximas semanas van a ser caóticas en Object.
Creo que debería poner todo esto un poco en contexto.
Cuando llegué a Nueva York hace unos años, terminé mi último año de carrera e inmediatamente busqué trabajo de lo mío porque no quería perder el tiempo ni tomarme ningún año sabático. Tenía que poner la cabeza en cualquier cosa porque el primer año de soledad se me había hecho muy cuesta arriba, por eso estancarme no era una posibilidad para mí en aquel entonces.
(Ahora desearía un break)
Me costó mucho encontrar algo de lo mío. Estuve meses y meses trabajando en un Burger para poder mantenerme mientras buscaba ofertas de trabajo y hacía entrevistas.
Finalmente, cuando ya pensaba que era imposible y que la mala suerte estaba de mi lado, uno de mis mejores amigos aquí, me dio la posibilidad de presentar un proyecto juntos ante una de las empresas más reconocidas del país, y como fue el que presentamos como trabajo final y con el que conseguimos excelentes calificaciones, no dudé en arriesgarme y que fuera lo que tuviera que ser.
Recuerdo la mañana que entré junto Sean en ese despacho lleno de tíos trajeados que nos miraban por encima del hombro y cuchicheaban casi en voz alta.
Se rieron de nosotros hasta que conocieron nuestro proyecto y le cerramos las bocas . Nadie podía creer que dos niñatos de veintidós y veintitrés años podrían haber propuesto algo tan genial e interesante.
Desde entonces nuestra vida cambió.
No fue fácil llegar hasta donde estamos ahora. Tuvimos que escalar mucho, aguantando cosas que nadie aguantaría, pero sabiendo que merecería la pena.
Fue como un golpe de suerte. Arriesgamos un proyecto, nos lo compraron, fuimos ayudantes de los grandes cargos y al final nos acabamos convirtiendo nosotros en eso.
Los Jefes de diseño de Object, la empresa de Ingeniería más popular de Estados Unidos.
Siempre por mérito propio, claro.
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BESOS EN GUERRA (Terminada)
Teen FictionNo hay imposibles para Lana Miller, siempre quiere salirse con la suya, y en muchas ocasiones lo consigue, llegando a ser la excepción a todo si se lo propone. Cómo al "Yo nunca voy a enamorarme" de Lucas Dawson, su atractivo vecino, que a parte de...