BESOS EN GUERRA (Terminada)

9. EL IMBÉCIL DE LUCAS

Nunca he traicionado a alguien que me importa. Siempre he sido leal a la gente que quiero y jamás me he parado ni siquiera a pensar en hacer daño a mi entorno. Por eso ahora no paro de llorar pensando en Valentina y en como todo ha sucedido tan rápido.

En mis planes no había entrado para nada acostarme con Lucas. Solo quería pasar una buena noche entre amigos y nada más, pero la tentación había sido más grande, y mi vecino está muy bueno, por eso me había dejado llevar sin pensar en las consecuencias que podía traer esto.

Realmente no puedo culpar al alcohol, porque por muy alegre que estuviera, era consciente de todo lo que hacía y eso hace que me sienta aún peor.

Aparto las lágrimas de mis mejillas y sorbo mi nariz.

Estoy en mi habitación, con Julie abrazada a mi pierna y una taza de té entre mis manos.

Las chicas anoche me preguntaron donde me había metido y les había mentido diciendo que había estado con mi hermana dando una vuelta.

Habían quedado para ir todas juntas a la playa hoy domingo y Víctor las acompañaría junto a sus amigos.

Yo no tengo ganas de enfrentarme de nuevo a Lucas ni echarme a la cara a Charlotte, por eso dije que tenía planes con mi familia y no podía ir.

Mi hermana se incorpora y pasa una mano por mi pelo –¿Me vas a contar que te pasa?

Niego –No.

Chasquea la lengua y suspira –Lana, me preocupas. Llevas desde anoche llorando y no entiendo que te ha podido pasar. ¿Es por Troy?

La miro cuando menciona ese nombre y muerdo mi labio –Solo...

Alguien pega en la puerta de mi habitación y aparto mis lágrimas rápidamente.

–¿Quien es? –pregunta Julie.

–Fred ¿puedo pasar?

Mi hermana y yo nos miramos confundidas porque no sabemos que hace Fred aquí y le damos paso.

Mi hermano entra con cuidado y sonríe, cerrando la puerta detrás de él.

–Hola peques –se acerca hasta nosotras y deja un sonoro beso en nuestras mejillas.

–¿Que haces aquí? –pregunto –Pensaba que papá y mamá no trabajaban hoy.

Me mira con el ceño fruncido y pone una mano en mi barbilla –¿Por qué has llorado? –pregunta.

–Acabamos de terminar de ver una peli romántica.

Freddy sonríe y niega con la cabeza mientras se sienta en la cama con nosotras –¿Desde cuando tienes sentimientos, Lana corazón de hielo?

Suelto una carcajada y lo abrazo –Te echo mucho de menos aquí.

Suspira –Ya, ya lo sé, pero yo no he elegido esto.

–¿Como que papá y mamá te han dejado entrar? –Julie apoya la cabeza en su hombro y lo mira.

–De eso venía a hablaros... –hace una mueca –Camila y yo hemos encontrado un buen sitio donde vivir.

Miro a Freddy con una sonrisa y me muevo para abrazarlo con más facilidad. Juls me imita, y ahora las dos estamos encima de mi hermano mayor que se está riendo a carcajadas mientras intenta zafarse de nosotras.

–¡Pero eso es genial! –grito –¿Y donde es? ¿Pilla lejos?

–¿Has venido a por tus cosas?

Fred frunce el ceño con una sonrisa y se acomoda la camisa –No, no pilla muy lejos, y si, he venido a por mis cosas.