Beca.
El sol se refleja en los ojos de Jaden y sonrío cuando al salir al porche de la casa de Joe y Sophie, mi ahijado hace una mueca y esconde su cabecita en mi cuello.
Estamos en Menorca. Hemos venido a pasar una semana a la maravillosa casa de una de mis mejores amiga y su novio, y así celebrar el cumple de esta, que es el sábado.
Sophie ha querido reunir al Team fresa al completo más los complementos, cómo dice Charl, que son nuestras parejas y nuestros sobris, y estamos la mar de felices porque hacía bastante que no coincidíamos todos juntos, ya fuera por trabajo, niños, etc... Así que esta semana hemos venido a desconectar y disfrutar todo lo que se pueda y más.
Miro el mar a lo lejos y sonrío, mirando después a mi ahijado que me pide bajar de los brazos cuando ve sus juguetes esparcidos en el porche. No me cabe más amor dentro para este niño y cada vez estoy más enamorada de él.
Cómo diría Víctor; "El mini Vaquero nos tiene las veinticuatro horas del día babeando"
¿Y cómo negarlo cuando está criatura nos ha llenado de tanta felicidad y vida?
Recuerdo esa época nefasta la cuál decidí enterrar en el pasado para que no doliese tanto. Esa época en la que mi mejor amiga se rindió y pensé muchas veces que en algún momento la perdería.
No cuento la experiencia porque creo que no es necesario, pero hace falta puntuarla para explicar cómo Jaden ha borrado en su madre todas las marcas que un día le dejó aquel tiempo pasado.
La primera vez que vi a Lana con su hijo en brazos no pude explicar bien lo que sentí. No hay palabras suficientes para describir la imagen de la hija mediana de los Miller llorándole de felicidad a su pequeño, junto al amor de su vida, dándole la bienvenida al que se convirtió en lo más grande para ellos, riendo a carcajadas cuando mi ahijado lloraba a mares cada vez que su padre lo cogía y paraba cuando lo hacía su madre...
Simplemente maravilloso y por supuesto, milagroso.
Paso una mano por la cabeza de mi pequeño y este comienza a llamar a mamá, que no sé muy bien donde está pero me puedo imaginar en el estado en el que se encuentra por...
—¿Que haces llamando a mamá con tanta insistencia, Vaquero? —Joe aparece con una sonrisa y se agacha para coger a mi ahijado en brazos, haciendo a este sonreír.
—¡Oh, por Dios, Joe! ¡Me has asustado! —llevo una mano a mi pecho y bufo.
El hermano de mi mejor amiga se ríe y besa a su sobrino, que pide bajarse de los brazos de su tío, para seguir jugando —Lo siento, Bec, pensaba que me habías oído.
—No, no lo había hecho —suspiro —¿Se puede saber dónde están todos? Lana me ha dado prisa para que vistiese a Jaden y ahora me encuentro con que no hay nadie —miro mi reloj —Quedamos a las diez para salir.
El hijo pequeño de los Miller frunce el ceño y ahora es él el que mira su reloj —Sophie baja ya, y Oli y Charl deberían estar aquí —me mira —¿Y Víctor?
Víctor. Mi compañero de viaje al que amo con toda mi alma pero que a veces me cuesta entender tanto cómo el japonés. Esta mañana salió temprano a correr porque aunque estemos de vacaciones él no puede dejar su rutina, y hace cómo media hora, me dijo que bajaría.
Todavía puedo estar esperándolo.
Hoy es uno de esos días en los que no está del todo bien, por eso me gusta darle su espacio, que se tome su tiempo y que haga lo que sienta porque cuando sabe que el ataque de pánico puede hacerse presente, la ansiedad también da la bienvenida, y no queremos esa mezcla.
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BESOS EN GUERRA (Terminada)
Teen FictionNo hay imposibles para Lana Miller, siempre quiere salirse con la suya, y en muchas ocasiones lo consigue, llegando a ser la excepción a todo si se lo propone. Cómo al "Yo nunca voy a enamorarme" de Lucas Dawson, su atractivo vecino, que a parte de...