Julie.
(Extra equivalente al capítulo número 7 de la primera parte de Besos en guerra) 😘✨
Me duele absolutamente todo.
Lo malo de tener tiempo y días libres en el trabajo, es que salgo, y sé que depende de mí y que nadie me obliga, pero es que hacía mucho tiempo que no salía y mis amigas iban a acabar por matarme.
A parte tengo que poner mi cabeza en otra parte, porque desde que Fred y Camila se hicieron novios, siento un mal estar en el estómago que no me gusta, no quiero sentir, lo odio.
Quiero que mi hermano sea feliz con la mujer a la que ama, y no pienso que sea algo malo que esté con la hija de los Dawson, sólo que...
Los Dawson...
Tom...
No sé por donde empezar para que no se me haga tanta bola. Hemos coincidido una y mil veces desde que decidimos no volver a mantener contacto aquella noche de locos, y lo hemos cumplido siendo indiferentes el uno para el otro, hasta que nuestros hermanos han decidido empezar una relación, revelarse, e ir en contra de todo lo que significa ser un Miller (por lo menos en el caso de mi hermano mayor)
Odio a Tom con toda mi jodida alma, siempre ha sido el que peor me ha caído, y la otra noche, cuando nos hicieron la encerrona y nos menospreció de esa manera, supe que es igual de ruin que su padre, aunque su mirada no mostrara lo mismo que sus palabras.
Y ahí viene el jodido dilema, de ahí parte el problema, de este fuego que enciende en mi estómago cada vez que me mira, cada vez que siento su mirada sobre mí y recuerdo aquella noche tan caótica en la que me hizo morder el polvo del infierno.
No soy capaz de olvidarme de sus perfectas manos, de su olor, de esos ojos, del sabor de su boca recorriendo mi piel que no dejaba de erizarse con cada maldita caricia...
Lo he sabido controlar todo este tiempo, y aunque ha estado ahí clavado en mi mente, he intentado no hacerle caso, hasta cómo ya he dicho, los Dawson y los Miller ahora, hemos acercado posturas.
Y no pensaba que eso iba a joderme la existencia.
Recojo mi pelo en un coleta alta y me coloco los guantes. Las flores siempre han sido una de mis pasiones, por eso mi madre me deja que sea yo la que las cuide, bajo la supervisión por supuesto de Luján, pero mi Tata confía en mí y nunca está pendiente de nada.
Corto un par de malas hierbas que bordean uno de los arbustos del jardín delantero y suspiro, oyendo pasos detrás de mí.
—Volveré a eso de las seis, Tata, pero me iré de nuevo, no cuentes conmigo para la cena —mi hermano Joe baja los escalones del porche y me giro para ver lo guapísimo que va, enfundado en sus pantalones Vaqueros y su camisa blanca.
Últimamente está mucho más relajado, y lo he notado sobre todo en cómo nos trata, porque ahora no hay momento del día que no se acerque a darnos un beso, y a mí eso me mata de amor viniendo de mi enanito gruñón.
—¿Has avisado a tu padre de que sales hoy? —Luján habla a través de la ventana de la cocina y mi hermano sonríe, guiñándole un ojo.
Yo sonrío de vuelta y me incorporo para pasar una mano por mi pelo cuando llega hasta mí —Deberías pedir permiso, Luján está mayor ya para mentir por ti.
—Puedes mentir tú si quieres —pasa un brazo por mis hombros y besa mi mejilla, haciéndome reír.
—No me gusta mentir, ya lo sabes —lo beso de vuelta y frunzo el ceño —¿Lana? No la veo desde anoche.
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BESOS EN GUERRA (Terminada)
Teen FictionNo hay imposibles para Lana Miller, siempre quiere salirse con la suya, y en muchas ocasiones lo consigue, llegando a ser la excepción a todo si se lo propone. Cómo al "Yo nunca voy a enamorarme" de Lucas Dawson, su atractivo vecino, que a parte de...