32. CUENTAS PENDIENTES

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—Dos ensaladas mixtas y tres de patatas fritas, por favor.

Mi hermana pide la comida y el camarero nos dedica una sonrisa rápida antes de marcharse de la mesa. Hemos venido a comer a nuestro restaurante favorito porque teníamos que ponernos al día, y al igual que yo, Julie no tiene ni idea de como va a hacer para contarle a mi padre que está saliendo con un Dawson.

Mi madre había amenazado a mi hermana con encerrarla en casa si no le contaba su secreto a mi padre, y yo me había quedado flipada porque no sé cuando demonios van a aceptar que ya tenemos una edad.

-¿Por qué has pedido tres de patatas? ¿No te parece un poco exagerado? -sonrío y echo mi pelo liso hacia atrás.

No me he arreglado mucho porque después vamos a ver a los chicos jugar un partido, así que un pantalón ancho y una camiseta corta han completado mi outfit de hoy.

Julie hace una mueca -Por si acaso... Por cierto, no me has contado si has visto a Lucas desde la otra noche.

Suspiro, porque ya hace tres días que no lo veo y estoy que me subo por las paredes -No, mamá me sigue a todas partes, Julie, ya lo has visto antes, le ha dejado dicho al dueño que si nos ve con chicos que la avise ¿se puede ser más psicópata?

Mi hermana se ríe por no llorar y yo hago lo mismo -¿Hasta cuanto te ha dado de plazo para contárselo a papá?

-Hasta el viernes de la semana que viene, y me ha dado tregua,porque quería que se lo dijera este fin de semana. Por la noche canto, pero depende de si se lo digo o no ¿y a tí?

-Igual -se encoge de hombros.

Chasqueo la lengua porque me parece excesivo -Deberíamos pedirle Consejo a Fred.

-Tiene demasiado con lo suyo, Lana. No deberíamos preocuparnos tanto, si te soy sincera, creo que mamá no tiene ningún problema, está esperando a ver como reacciona papá para saber que hacer.

Frunzo el ceño -¿Tu crees? No veía a mamá con tan poca personalidad.

-A quien debemos temer realmente es al grandioso Ken Dawson, y sobre todo tú.

Abro mis ojos y llevo una mano a mi pecho -Ni me lo recuerdes.

Mi hermana se ríe y nos apartamos cuando nuestra comida está en la mesa. La verdad es que llevo unos días comiendo poco y hoy parece que he recuperado el apetito de repente. Supongo que será la ansiedad.

Remuevo mi ensalada después de echarle el vinagre de módena y mis ojos vuelan directamente a la puerta cuando detectan movimiento.

No puede ser.

Es Valentina, y cuando nos ve, sonríe y se acerca hasta nosotras con todas las ganas del mundo.

Desde que se enteró de lo mío con Lucas, no hemos vuelto a mediar palabra. Su hermana me dijo que ella no me guardaba ningún rencor y que no me preocupara, pero ahora mismo no puedo evitar estar nerviosa porque no sé si eso es verdad.

-Mira quien está ahí -susurro llamando la atención de Juls.

Se gira,y cuando la ve, sonríe -¡Por fin!

La rubia llega a la mesa y saluda a mi hermana con un beso, y esta no parece para nada sorprendida -Perdona, amor, mucho tráfico.

-No te preocupes, has llegado justo a tiempo.

Sonríe y la ex de mi novio se sienta a mi lado -Hola, Bombón, cuanto tiempo sin verte - dice.

Sonrío nerviosa y meto un mechón de pelo detrás de mi oreja -Si, un montón. No sabía que venias.

BESOS EN GUERRA (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora