37. HAWAI PARA CERRAR ETAPAS.

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Había estado feliz lo que restaba de fin de semana. No había podido parar de reír mientras lo preparaba todo e intentaba cerrar las dos maletas que pensaba llevarme para estas increíbles vacaciones. Mi novio me había dicho que había bastado con un par de bikinis y dos vestidos, pero no sé que se piensa sabiendo que no sólo vamos dos días, si no una semana entera con sus mañanas, tardes y noches.

Después de ver como mi padre había gestionado todo lo de los chicos, no había podido evitar sentirme plenamente feliz. Porque si, yo hubiera seguido con Lucas pasase lo que pasase, pero sin la aprobación de mi padre todo hubiera sido más difícil y de nuevo nos hubiéramos movido a la casilla de salida.
Y eso nos habría dificultado muchos las cosas a Lucas y a mí para vernos.

El encuentro con Bárbara también había sido maravilloso. Nunca hubiera imaginado que esa mujer era así de simpática, y encima abierta con cualquier tema. Sinceramente me cuesta pensar que esté casada con alguien como Ken.

Sus hijos habían estado ausentes en la cafetería mientras mi hermana mayor, mi suegra y yo, hablábamos de un millón de cosas: ropa, viajes, nuestro futuro y las trastadas que hacían Lucas y Tom cuando eran pequeños. A ellos no les había hecho gracia que su madre los expusiera, pero llevaban peor que les hubiera arruinado el polvo.

Al día siguiente y después de haber sido una de las noches más caóticas de mi vida, mamá le había pedido a Luján que preparara algo rico y había invitado a los Dawson a casa para compartir una velada juntos. Julie y yo no caíamos aún en todo lo que estaba pasando, así que hasta que Lucas y Tom no se sentaron en la mesa, no nos habíamos creído nada.
A pesar de que la cena después del Cherry's fuera sobre ruedas.

Mi novio y su hermano no habían parado de hablar con mi padre. Durante toda la comida debatieron de todo lo que quisieron y más: discos, música, famosos, embajada, finanzas, ingeniería... Mi padre se había sentido orgulloso de ver que los Dawson eran chicos de provecho, y no había podido evitar volver a sentirse culpable por como se había comportado con mi cuñada al principio,por eso entre conversación y conversación, le pedía perdón a Camila por haber sido tan desconsiderado.

Julie y yo nos habíamos quedado prácticamente fuera de lugar (como Lucas y Tom la noche antes) y por eso habíamos optado por llevarnos a Sophie también de allí e irnos a mi habitación a cotillear de cosas varias. Entre ellas la pelea entre Charl y Olivia. Yo no había estado presente pero me la habían contado y me había puesto en el lugar de mi cuñada, básicamente porque harta que mi mejor amiga esté todo el maldito día metiéndose con mi novio.

En resumidas cuentas, estoy contenta y un poco menos estresada, porque si, mis padres aceptan lo nuestro y Bárbara también, pero el peligro parte de alguien que Lucas y yo sabemos que es un hueso duro de roer, así que no puedo estar tranquila del todo.

Cepillo mi pelo distraída y alguien pone una mano en mi cintura. Sonrío casi al instante y miro a Lucas a través del espejo, que está con su bañador de barquitos y sin camiseta esperando para bajar.

Oficialmente ¡Han comenzado nuestras vacaciones en Hawaii! Y pienso pasármelo de maravilla porque no había tenido oportunidad la otra vez.

El viaje en avión no había sido pesado con Lucas al lado, pero yo era una impaciente de mierda y él había sufrido las consecuencias de mi nerviosismo.

Respecto a mis padres, habían puesto impedimentos cuando les habíamos dicho que nos íbamos una semana fuera, juntos y solos, pero el vaquero con su legendaria lavia, había hecho que incluso Richard Miller me diera más dinero este mes de la paga para que no me faltara nada y lo disfrutara como nunca.

Mi novio había insistido en que él correría con todos los gastos, pero mi padre y yo no pensábamos permitir eso.

-¿Te queda mucho? -Lucas deja un beso en mi hombro y me estremezco porque con solo rozarme me pone del revés.

BESOS EN GUERRA (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora