Aparto mis lágrimas y echo mi pelo hacia atrás mientras corro detrás de Charlotte y Valentina, que van unos metros por delante de mí. Lucas ha tenido que regresar al campo porque el partido ya ha empezado, y las chicas van detrás mía porque esto parece interesarles más que ver a unos cuantos tíos buenos darle patadas a un balón.
Me siento la peor basura del mundo, y sé que no he gestionado esto como debía, pero simplemente me he dejado llevar. Ahora sé que me estaba equivocando.
–¡Por favor, parad un segundo! –grito.
Troy se pone a mi lado y tira de mi brazo.
–¡Déjalas Lana! Ahora no es momento.
–¿Y cuando es? – le grito continuando mi camino.
Cuando las Olsen paran frente a su coche, me paro en frente de ellas y las miro.
–Por favor, me tenéis que dejar que os explique –mi voz está quebrada y a penas puedo hablar.
–Las cosas no son así, Lana –Charlotte aprieta la mandíbula.
–¿Que más te daba decírmelo? –grita Valentina.
Está llorando al igual que yo y tiene toda su cara llena de rímel.
–No quiero que pienses que te he traicionado.
–¡Es que me has traicionado, Lana! Me has mentido y me has ocultado que estabas saliendo con mi ex que por cierto me dejó hace dos días.
–Te juro que lo siento, no estamos saliendo solo...
–Eres una pedazo de perra –Charlotte se mete en el coche después de decir eso y baja la ventanilla –Y si vas a Hawai, yo me quedo en casa.
Me ha dolido lo que me acaba de decir, me ha dolido mucho, pero supongo que me lo tengo merecido y que si, soy una pedazo de perra.
Julie se acerca hasta mi y pone una mano en mi hombro –No creo que sea justo que le hables así, Charlotte. A pesar de todo es tu amiga.
–¿Mi amiga? –sonríe irónica –Las amigas no ocultan ni engañan.
–Te ha dolido más a ti que a tu hermana –dice Troy –Deja de decir gilipolleces, Charl.
Mi ex mejor amiga mira a su primo con desaprobación y arranca cuando su hermana se mete en el coche.
Ahora si que si, he perdido a una de las personas más importantes de mi vida y me quiero morir.
Lucas.
Pateo con fuerza el cubo de la basura de casa y aprieto la mandíbula.
Hemos ganado y con diferencia, pero lo que ha pasado antes del partido me ha bloqueado muchísimo y ahora estoy comiendome las uñas porque no sé cómo ha acabado todo.
No tenía que haberme arriesgado y haber besado a Lana justo ahí, pero realmente no pensaba lo que hacía y no se como disimular cuando la tengo en frente.
Mi hermano suspira pesadamente y me aparta para que me calme.
–O te tranquilizas o te parto la maldita cara –me empuja hacia atrás y mi bolsa de deporte cae al suelo.
–Lana no me contesta a los mensajes y me voy a volver loco –chasqueo la lengua –La he dejado sola ante la situación ¿Te das cuenta?
–Tenías que jugar, Lucas.
–¡Hubiera mandado al infierno el partido! –corro hacia casa y abro la puerta.
Mis padres no están así que tengo vía libre para gritar y patear todo lo que me encuentre en el camino.
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BESOS EN GUERRA (Terminada)
Teen FictionNo hay imposibles para Lana Miller, siempre quiere salirse con la suya, y en muchas ocasiones lo consigue, llegando a ser la excepción a todo si se lo propone. Cómo al "Yo nunca voy a enamorarme" de Lucas Dawson, su atractivo vecino, que a parte de...