BESOS EN GUERRA (Terminada)

33. NO LO INTENTES, NO HAY NADA QUE HACER

Víctor.

En mi vida he tenido que oír cosas como:

¿Que se siente ser la sombra de Lucas? ¿Eres del Grupo de Lucas? ¿Conoces a Lucas? ¿Puedes presentármelo? ¡Lucas es el más guapo de sus amigos! O ¡Solo queríamos hablar contigo para poder conseguir el número de Lucas "

¡Ahhhhhh! Lucas Lucas Lucas.

No es que estuviese celoso de mi mejor amigo, ni yo, ni nadie de nuestro grupo, es que cansaba tener que escuchar siempre las mismas cosas e historias cuando sabíamos que a Lucas le importaba un huevo la gente (exceptuando un par de esas chicas, que acabaron en su cama)

Siempre han pensado que somos los personajes secundarios de la historia de Lucas, y no, gente, no es así. Yo soy el personaje principal de mi propia historia y podría dar mucho contenido a la gente. Podría mostrarle al mundo la de cosas interesantes que me pasan día a día y nada tienen que ver con amores frustrados, que es en lo que se ha basado la vida de Lucas estos últimos cinco años. O sí, pero no al nivel del Vaquero.

Antes de empezar conmigo, creo que sería interesante contar mi opinión respecto a mi mejor amigo; ese chico de ojos azules que se enamoró de una Morena (que está muy buena, por cierto) y cambió radicalmente y a mejor.

Todo el que haya conocido a Lucas en sus años de Instituto y primeros de universidad, no se esperaría al Lucas de ahora ni para atrás. Y me siento orgulloso porque mi mejor amigo se ha convertido en todo un hombre.

Siempre cercano, como un hermano, un arrogante de cojones pero siempre fiel a los suyos. Un amigo de esos que parecen que no van a hacer nada por tí porque solo les interesa su propio culo pero después darían hasta su vida por ayudarte en cualquier situación.

Cuando vine aquí, no sólo vine huyendo de mi ex novia (de la que también tengo bastante que contar) mi objetivo principal era levantar a mi compañero de vida porque literalmente estaba hundido en la mierda.

Fueron años difíciles los cuales tenía que lidiar con mis problemas y los de Lucas, que parecía un robot porque a penas le daban las ganas para hacer nada. Pero al final, entre tontería y tontería, salida y salida, y chica y chica, acabé sintiéndome en mi salsa y más feliz que una perdíz.

Yo nunca me hundo, pero si toco fondo antes de volver arriba corriendo, por eso es por lo que creo que Lucas y yo congeniamos tan bien, porque somos lo contrario al otro y nos complementamos de una manera brutal, y encontrar eso en tu mejor amigo, es simplemente maravilloso.

Después está Lana, la preciosa Lana con la cual imaginé cosas indecentes en algún punto de mi vida. Esa chica Morena de pelo largo que literalmente brillaba por donde pasaba y que  acabó convirtiéndose en confidente cuando un día cualquiera le pregunté cómo le iba todo. Ahora es mi amiga del alma, la cual hace feliz a mi amigo, y de la cual también, junto con este, estoy hasta los mismísimos de ver lo acaramelados e insoportables que están desde que decidieron retomar la relación.

Estoy feliz de su vuelta pero ¡que calvario!

Bebo de mi café mientras miro con cara de mierda a las dos personas que tengo frente a mí y suspiro.

—Podríamos ir a por buñuelos y después paseamos por Central Park —propone Lana antes de volver a besar a su novio, que la tiene encima y no para de besar su cuello.

—O irnos a la habitación directamente y encerrarnos allí por un buen rato —Lucas gruñe y hago una mueca.

¡Todo el Santo día igual! No hay noche que no pueda ver una serie tranquilo por lo gritos de estos dos, que están todo el día dándole que te pego... Sé que se han echado de menos, pero ¡que ritmo!