El sol quema mi piel y meto la cabeza bajo el agua para refrescarme.
Está muy fría y odio el agua a está temperatura pero ahora no me importa porque el calor va a acabar conmigo.
Es jueves, y los chicos me han avisado para venir a la playa y beber una buenas cervezas mientras tomamos el sol.
La verdad que llevaba desde el fin de semana sin verlos y echaba de menos estar con ellos, porque entre que uno tiene novia y el otro a media familia de visita en su casa, no habíamos tenido tiempo para nosotros.
Salgo del agua dejando a Gaby hablando con una morena y llego hasta la toalla para sentarme y tomar un poco el sol.
Víctor me mira y baja sus gafas de sol -¿Me puedes explicar que está haciendo? -señala a nuestro amigo y miro divertido.
-Déjalo, querrá pasar un buen rato.
-No ve que la chica tiene ganas de mandarlo a la mierda -bufa.
-¿Como sabes eso? ¿A caso la conoces? ¿Has hablado con ella?
Mi amigo niega con la cabeza y continúa leyendo la revista que tiene entre sus manos -Después nos pedirá que no le dejemos hacer el ridículo.
Río y saco mi móvil para cotillear que se cuece en Instagram.
Dentro de una hora he quedado con Valentina para hacer vídeo llamada, pero tengo tiempo aún y mi casa no pilla lejos, por eso no pienso ir con prisa.
Voy bajando el inicio, viendo las fotos que sube la gente y dándole me gusta a los que me los dan de vuelta (Aunque bueno, eso es medio imposible) Son demasiados.
Me paro a comentar la foto que ha subido mi hermano con Julie, cuando bajo una publicación más y me encuentro con la chica que se había disfrazado de Caperucita y había gemido mi nombre en la piscina de casa.
La verdad es que desde entonces lleva dando vueltas en mi cabeza, y tenía razón cuando dijo que ella no era un polvo cualquiera, porque me quito el sombrero con la manera que tiene de moverse y por como me hizo disfrutar.
Había sido intenso, caliente, salvaje y muy diferente a lo que había probado antes.
Mi novia es buena en el sexo, eso es algo innegable, y me complementa mucho, pero Lana...
Lana es otro nivel.
Niego con la cabeza alejando ese pensamiento y subo la publicación de mi hermano para ver la de mi vecina, que sale en una cama sentada y con una camisa de chico puesta.
Está muy sexy y siento un calor bastante interesante por todo el cuerpo, pero me tengo que olvidar porque dije que una y no más.
Me fijo que tiene el pelo alborotado y mis ojos van más allá de ella, visualizando una foto de Troy en la mesita de noche.
¿Es que acaso habían vuelto?
Quizás la foto que ha subido se la había hecho antes.
¿Y si he sido una decepción y acostarse conmigo le ha hecho darse cuenta de que quiere a Troy?
Me frustro de solo pensar que no le gusté, pero tampoco puedo pretender que me aplauda ni que deje de acostarse con quien le de la gana, por eso intento calmarme y le doy me gusta a su foto, pensando si dejarle un comentario para llamar su atención.
Desde que pasó aquello, sé que se quedó mal y no hemos vuelto a hablar.
Antes nos mandábamos algún que otro mensaje o nos etiquetábamos en tonterías que veíamos en insta, pero desde nuestro encuentro, ni siquiera había visto a Lana salir de su casa, y eso me preocupaba porque no quería que nuestro polvo afectase a nuestra relación.
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BESOS EN GUERRA (Terminada)
Teen FictionNo hay imposibles para Lana Miller, siempre quiere salirse con la suya, y en muchas ocasiones lo consigue, llegando a ser la excepción a todo si se lo propone. Cómo al "Yo nunca voy a enamorarme" de Lucas Dawson, su atractivo vecino, que a parte de...