12. AÚN ASÍ ME FALLASTE

4.5K 296 236
                                    

Lana.

No soy afortunada. Después de que mi vida diera un giro de 180 grados, ya nunca volví a ser afortunada.

Nunca volví a reír de corazón, nunca volví a mirar la vida con los mismos ojos, nunca volví a amar, sentir y buscar eso que me hacía bien. Porque ya nada, me hacía bien.

Me hundí, pero me hundí en el pozo más negro, frío y hondo del mundo. Creí que nunca volvería a respirar.

Hasta que llegó Troy, que siempre me quiso bien y dejó todo atrás, para volver a hacerme feliz. No de forma persistente, pero si en nuestras charlas de media noche, nuestras salidas, nuestras fiestas y nuestros ratos de risa.

Irme a Orlando no fue una decisión fácil, pero tenía que dejar mi pasado atrás, y para eso había que renunciar a muchas cosas, entre ellas la propuesta de la discográfica, que ya ni si quiera me importaba aceptarla o no. No me hacía ilusión.

Me fui después de acabar el último año de carrera, que por cierto lo acabé con la mejor nota. Y pensé que tendría algo más de suerte, y que en Orlando conseguiría algo de lo mío, pero no, y para subsistir me dedicaba a poner cafés, desayunos y meriendas, que es lo que sigo haciendo, porque no me he querido conformar con algo mejor, y moverme para crecer, como siempre, no va a servir de nada.

Mis padres han querido ayudarme todo este tiempo. Acabé la carrera y para mí padre eso era lo más importante, por eso volvió a proponerme grabar, triunfar, llevar mi carrera de cantante lejos...Pero no podía, no podía cantar, no cuando cada vez que una nota salía de mi garganta, me llevaba directamente a él.

Cinco años. Cinco malditos y desastrosos años, en los que no he sabido nada de él.

Y tampoco he querido.

Pero de la noche a la mañana, eso cambió, esta vez no podíamos celebrar el  evento dos veces, porque no era ningún cumpleaños, si no la boda de nuestros hermanos, la cual nos volvió a unir, pensando yo que no dolería, pero doliendo como el mismo infierno.

Recuerdo cuando volví a ver sus ojos azules, mirándome con esa intensidad de hace unos años, cuando volví a ver a esa boca, que había besado tantas veces, esas manos, que habían recorrido mi cuerpo una y otra vez, y esa conexión...

Esa maldita conexión que no logro entender porque todavía está ahí, porqué aún existe...

Acercarme a él no había sido fácil, por eso la primera vez huí, pero después había tomado la decisión de dejar el pasado atrás, dándome cuenta que eso al fin al cabo era un error, y que avanzar sin haber superado, era imposible.

Trace había sido el empuje muchas veces. Mi sobrina tiene cinco años y el poder de hacerme ver la vida de color, cosa que solo me pasa cuando estoy con ella.

Recuerdo el día que nació. Fue en fin de semana, y yo tenía examen el lunes porque estábamos en época, pero no importó, me llevé los apuntes al hospital y el único momento que me separé de mi cuñada, fue para ir a ducharme y dejar que Lucas la visitara. Porque sabía que lo haría, y ya dejé claro que no quería verle.

Pedirle que se quedara conmigo y con la niña, fue un impulso, porque a pesar de todo, lo había echado muchísimo de menos, pero cuando él me abrazó, y sentí ese calor de nuevo en el pecho, mi muro se vino abajo, y no podía permitir tal cosa, no después de haber estado lidiando con su recuerdo, todo estos años.

Él ha cambiado, ha cambiado mucho, y yo aunque pueda parecer que más que él, en el fondo solo estoy rota, y necesito algo que me vuelva a levantar, para dejar escapar a Lana Miller de nuevo, a esa que está ahí, que no ha cambiado a pesar de los años y que sólo necesita que la empujen.

BESOS EN GUERRA (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora