BESOS EN GUERRA (Terminada)

LA FIESTA DE TRAVIS

Thomas ( 4 de julio)

Echo mi pelo hacia atrás y veo por el reflejo del espejo retrovisor a mi hermana Olivia, que me mira con los ojos entre cerrados y sus brazos cruzados. La he traído porque si no, sé qué me va a hacer la vida imposible el resto de la semana, así que prefiero lidiar con ella ahora, no que el resto de mis días libres.

La fiesta de Travis es, "La fiesta de Travis". Un evento al que muchos tienen posibilidad de asistir, pero pocos con los privilegios que cómo yo, pueden disfrutar al cien por cien.

El anfitrión es uno de mis mejores amigos, y cómo cada año estoy invitado a la fiesta que inaugura el verano y por la que muchos matarían por asistir. Mi hermana Olivia la primera, que la voy a ayudar porque aún es menor de edad, pero tiene que ser bajo mis condiciones y  responsabilidad. Cosa que no lleva del todo bien pero era así o quedarse aburrida en casa.

No espero hacerle mucho de sufrir, pero tampoco voy a pasarle una.

—Procura no alejarte mucho de donde estoy yo —digo mirando a la carretera —Ten el móvil activo todo el rato. No me desobedezcas bajo ningún concepto, y cuando te diga vámonos...

—Nos vamos —acaba ella por mí, bufando en el camino —Me ha quedado claro, papá —hace una mueca —¡Ah, no! Si tú no eres mi padre.

Frunce el ceño y ruedo mis ojos porque le encanta sacarme de mis casillas a pesar de lo que estoy haciendo por ella.

Travis la ha dejado venir porque es mi hermana y aparte es amiga de la suya, pero esto de que asistan no nos ha hecho ni puta gracia a ninguno de los dos.

Todo sea por nuestra estabilidad mental frente a nuestras hermanas pequeñas que son similares a pequeños demonios.

—Esta noche cómo si lo fuera —apunto —Si no quieres que le vaya a papá con el cuento de que no estás estudiando en casa de Sira.

Mi hermana suspira y la veo negar —No sé quién perdería más contando la verdad, si yo, o tú por traerme aquí sin su consentimiento y con mentiras.

Touché.

Oigo a Lucas reír y lo miro, viendo cómo teclea algo en su móvil mientras niega con la cabeza.

—¿Te hace gracia?

Mi hermano me mira desde el asiento del copiloto —Mucha —estira su brazo hacia atrás y choca el puño con nuestra hermana.

Estos dos mocosos son insoportables.

Después de un rato de silencio, al llegar a la puerta de casa de mi amigo, me doy cuenta que el reguero de coches que hay desde la entrada hasta un poco más abajo de la calle, no nos va a ayudar a encontrar aparcamiento con facilidad, por eso opto por enviar un par de mensajes que sé que me van a solucionar la vida y meterme por la calle de atrás de donde se celebra la fiesta, que está el aparcamiento estrella que siempre me guarda mi mejor amigo cuando guarda su coche en el garage.

Doblo el volante y oigo cómo Oli se desabrocha el cinturón —¿A donde vamos?

—Ponte el maldito cinturón, Olivia.

—No quiero andar mucho, Tom, traigo tacones.

Hago una mueca, maniobrando —Si quieres no estar toda la noche haciendo cola, debes ir andando unos cuantos metros.

Bufa y sonrío.

—¿Te importa dejarme a mí aquí? —Lucas habla.

—Voy a aparcar aquí cerca ¿que prisa tienes?

Mi hermano me mira y freno —No voy a ir a la fiesta, la fiesta es una excusa para verme con alguien.

Y lo dice tan tranquilo.