Lana.¡Menuda semana de locura!
Se ha juntado todo y a pesar de haber aprovechado el tiempo con Trace, han ocurrido situaciones que me han hecho plantearme seriamente meterme en la cama y no salir, por si acaso ocurría algo peor.
Cosa que se ha cumplido por no hacer caso a mis impulsos.
Primero la caída de mi sobrina, después todo el drama del aborto, y el Vaquero con su impulsividad desmedida. Hemos tenido un receso, y ahora la visita de Jeremy y el problema de Marie.
Estoy totalmente abatida, cansada, destrozada y con ganas de dormir lo suficiente como para volver a recuperar todas esas energías que a pesar de no haber terminado la semana, me han robado estos días.
Estoy en el hospital, acompañando a mi novio que casi le da un ataque de ansiedad al oír la noticia de que su abuela había sufrido un derrame.
Al salir del baño después de echar todo lo que había comido durante el día, me encontré al Vaquero con la chaqueta puesta, seguido de su ahora hermano y preparado los dos para venir corriendo hacia aquí.
No lo dudé, después de enterarme de lo ocurrido, me puse mi abrigo y le di indicaciones a Víctor de que no acostara a los niños muy tarde, para después seguir yo también a los Dawson.
Marie es una señora excepcional, que siempre me ha Tratado de la forma más dulce y cariñosa que podía imaginar, y por supuesto que a parte de lo preocupada que estoy por su salud, tenía que acompañar a mi novio porque sé todo lo que significa su abuela para él.
Ahora estamos sentados en la Sala de espera, a ver si salen a decirnos algo de una santa vez. Paso una mano por su pelo y me mira. Sonrío para levantarle un poco el ánimo, y él me devuelve la sonrisa porque es un bombón y a pesar de estar hecho mierda siempre me dedica su mejor cara.
—¿Estás más relajado, mi amor? ¿Te ha venido bien la Tila? —agarro sus mejillas y lo beso.
—Estoy genial, nena, gracias —me guiña un ojo y muerdo mi labio porque sé que muy genial no está —¿Y tú? ¿Se te han pasado los mareos y las náuseas?
Asiento —Si, es que... —hago una mueca —Desde que te conté lo que pasó, tengo un poco de ansiedad, y todo lo manejo comiendo mucho. Después me empacho y me tiro días con el estómago hecho mierda —sonrío —Pero ya estoy mucho mejor.
Sonríe un poco triste y pasa una mano por mi pelo —Me alegro.
La verdad es que aún me siento horrible, pero nada que no pueda controlar. Además en cuanto pueda, haré mis ejercicios de relajación y esto se pasará en un momento.
Esta vez miro a Jeremy que está frente a nosotros y juega nervioso con sus manos, y observo cómo cierra sus ojos y tensa su mandíbula. Necesito saber la historia de este chico, porque es hermano de mi novio y porque sé que aún hay algo que está ocultando y necesita soltar de una vez.
Esta claro que ahora no es momento para averiguar ese tipo de cosas.
—¿Has avisado a mi familia? —Lucas habla y lo miro.
—Si, a tus hermanos, a los míos y a tu madre —suspiro —Se pillaban el primer vuelo que saliese para acá.
—¿Le has dicho a Víctor que saque las sábanas?
Asiento —Ajá.
—¿Y Oli, ha confirmado que venía?
—Si.
—¿Y los niños están bien?
Frunzo el ceño y pongo las palmas de mis manos sobre su pecho —Está todo bajo control, Vaquero, confía en mí.
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BESOS EN GUERRA (Terminada)
Teen FictionNo hay imposibles para Lana Miller, siempre quiere salirse con la suya, y en muchas ocasiones lo consigue, llegando a ser la excepción a todo si se lo propone. Cómo al "Yo nunca voy a enamorarme" de Lucas Dawson, su atractivo vecino, que a parte de...