BESOS EN GUERRA (Terminada)

27. MUÉSTRAME

—¡Dos ron colas, por favor! —Víctor le sonríe a la camarera y esta asiente, poniéndose en marcha con nuestro pedido.

—Traes el coche y te dije que esta noche me tocaba beber —gruño —No te pases.

Le apunto con el dedo y mi amigo bufa.

Hace un rato que hemos llegado al pub, pero está a rebosar y hasta que Lana no se ha ido con Shane al camerino, no hemos querido ponernos en cola para pedir algo, porque no queríamos dejar a la Morena sola, y encima estaba demasiado nerviosa como para perderla de vista.

He venido todo el camino hasta aquí prometiéndole que todo iba a salir bien, que no va a ser para tanto y que al fin y al cabo el escenario la acabará llamando, porque está hecho para ella.

Lana ama cantar, la música es su vida, se ha criado y crecido rodeada de ella y eso es suficiente para poder con todo y partir todos los esquemas . Porque si de algo estoy totalmente seguro, es de que Lana Miller esta noche, va a brillar como nunca.

-Te prefería cuando bebías poco y eras tú el que me llevabas borracho a mí a casa -Víctor hace una mueca y paga a la chica, que pone nuestras bebidas encima de la barra.

-No me vas a llevar borracho -sonrío y doy un buche casi como si fuera agua -Solo un poco contento.

Mi amigo me mira y niega, mordiendo su labio en el camino -Ha tenido que aparecer la Morena en tu vida para que vuelvas a ser el de antes. La dependencia me descoloca.

Frunzo el ceño y veo como deja descansar su brazo sobre el respaldo de la silla. Creo que está siendo demasiado injusto: Dejé a mi novia sin querer, amenazado por mi padre, después de eso (y él lo sabe) mis años han estado llenos de reproches a mi mismo, acompañado de culpabilidad y arrepentimiento. Que Lana haya vuelto a mi vida, después de tanto tiempo, y después de semanas en las que lo he pasado realmente mal porque nuestra relación ha sido un tira y afloja, puedo respirar tranquilo. Y a eso le tengo que sumar que me ha confesado que me quiere.

¿Que pretendía?

—Prefiero no responderte a eso último, señor "Sin ella me siento perdido" —ruedo mis ojos.

—¡Te lo dije casi cuando lo dejamos, exagerado! —me apunta con el dedo y sonrío.

Estuvo semanas llorándole a la almohada porque lo oí cada maldita noche, y ya hacía más de un año que lo habían dejado, pero sé que no lo va a reconocer, así que...

—No discutamos, va —levanto mi Copa con una sonrisa pícara y mi amigo me imita, un poco retraído y molesto —Porque ligues mucho esta noche y porque la Morena me deje por lo menos darle un beso.

Cierro mis ojos brindando y lo oigo reír, haciéndome reír a mi también. Ya es necesidad volver a probar sus labios, no lo soporto más. Sé que necesita su tiempo, pero sólo quiero que me bese para calmar estas ganas que tengo de...

—¡Hey, chicos!

Me giro de Inmediato al oír la voz de Aly y frunzo el ceño porque no sé qué hace aquí.

—¡Rubia! —Víctor la abraza cuando llega hasta nosotros y esta sonríe —¿Que haces aquí?

Ella me mira —¡Hola muñeco! —asiento y vuelve a mirar a mi amigo —Lana me avisó esta mañana de que cantaba aquí y no he querido perdérmelo.

Alzo mis cejas —¿Lana te ha invitado?

—Si —asiente —¿Algún problema?

Niego, algo confuso —No, no, que va, todo guay.

Finjo un sonrisa y pongo mis ojos en alguna otra parte. Que Aly y Lana se lleven bien me parece maravilloso, pero no deja de ser raro, aunque supongo que yo no puedo hablar mucho porque mi nivel de intensidad es mucho mayor que el de mi ex novia. Y mientras a ella le da igual todo, a mí me da que pensar la más mínima cosa.