BESOS EN GUERRA (Terminada)

20. LA TRAICIÓN QUE MÁS DUELE

-¡Me rindo, Hugo! Ya no puedo más -arrastro la tabla hacia fuera y me tumbo en la orilla.

Llevamos dos días intentando aprender algo de surf y de todas mis amigas definitivamente soy la más torpe, porque no he sido capaz de ponerme de pie en la tabla ni una sola vez.

El viaje está siendo tal y como lo esperábamos, con la diferencia de que hemos hecho amistades con el grupo de amigos de Hugo y ahora de vez en cuando vamos juntos a las fiestas o a la playa.

Yo soy la que más ha congeniado con ellos porque mis amigas temen que sus novios, novia en el caso de Charlotte, se enfaden por salir con ellos.

Sinceramente me parece una tontería, además, Daniel, el chico que se casa, está bastante enamorado de su chica y nos lo ha demostrado bastante bien, porque no ha parado de hablar de ella y de enseñarnos fotos de sus viajes juntos.

Coloco mi bikini y echo mi pelo hacia atrás, mirando como Hugo se sienta a mi lado y se ríe sin parar.

-¿Que hago contigo, Lana? -muerde su labio.

-Te juro que lo he intentado, pero de verdad que no puedo -sonrío.

-Creo que voy a dejar de darte clase, no sirven para nada -aprieta mi nariz y hago una mueca.

-A lo mejor es que eres un profesor pésimo.

-Puede ser, pero creo que se trata más de que acabas con mi paciencia -sonríe.

-¿Tan poca tienes?

-Tengo mucha, pero contigo es imposible.

Suelto un carcajada y lo miro.

Me siento bien cuando tengo a Hugo cerca, y aunque sólo llevamos dos días conociéndonos me he dado cuenta de que es un tío genial y me encantaría seguir manteniendo una relación de amistad con él, aunque tengamos que viajar para vernos.

Paso la lengua por mis labios y miro al frente. Está atardeciendo, y las chicas están por ahí haciendo tiempo para salir está noche a una discoteca que ha mirado Charlotte por Internet.

-Eres preciosa.

Hugo habla de repente y lo miro algo sorprendida por lo que ha dicho.

-Vaya, gracias -sonrío -Tú también eres muy guapo.

-¿Tú crees? -se gira hacia mí y se acerca más de lo normal, haciendo que mi respiración se descontrole.

Asiento y miro su boca, que ya está demasiado cerca.

No estoy segura de si quiero hacer esto pero tengo que dejarme llevar y no pensar, por eso me acerco un poco más al chico que tengo frente a mí y uno mis labios con los suyos, haciendo que mi estómago se revuelva y mi conciencia me reprenda.

¿Por qué siento que esto no está bien?

Creo que me acabo de dar cuenta de lo que me pasa y ahora mismo estoy temblando porque no quería admitir lo obvio.

Si, ya es oficial y no hay vuelta atrás: Estoy enamorada de Lucas Dawson, el hijo mediano de el enemigo íntimo de mi padre.

He intentado por todos los medios que esto no sea así, pero Julie tenía razón, y no es algo que se pueda controlar o manejar, por eso ahora estoy Jodidisima, porque yo, Lana Miller, la fuckgirl de la Universidad, se ha enamorado del capullo al que ha criticado toda su vida a pesar de que después nos hiciéramos amigos.

Se que no estoy haciendo nada malo, en cambio me tengo que apartar cuando llevo pocos minutos pegada a él porque me está comiendo la culpa.

-Lo siento -pega su frente a la mía y cierra los ojos -De verdad que no quería...