—¿¡Enserio pensaba quedarse en casa de ese...!?
Doy vueltas de aquí para allá en la oficina, mientras Sean se ríe mirándome desde su mesa y negando con la cabeza.
—¿Que pretendías? ¿Que se quedara toda la vida en la tuya? Tú querías avanzar y con ella metida en casa era imposible ¿No, Dawson?—alza sus cejas.
Freno, con las manos metidas en los bolsillos y mirando a mi amigo con la mandíbula tensa —Pues ahora no va a ser imposible, se va a quedar a vivir conmigo.
—Eso lo tiene que decidir Lana —lame sus labios, divertido —Que por cierto, valiente preciosidad de chica, ahora entiendo porque esa cabecita tuya no se puede olvidar de ella.
Ruedo mis ojos y acabo por sentarme frente a él, con una sensación horrible en el estómago que me produce ganas de vomitar.
—Ayer cuando dije que se quedaría conmigo, no me discutió nada. Me despedí de nuevo y como si no hubiese dicho nada.
—Su cara era un poema, se quedaría sin palabras.
—Cuando llegué a casa después de volver a pasar por aquí, aún no había llegado —aprieto mis puños —Solo de imaginar que él y ella... —gruño —No dormí hasta que oí la puerta a las tres de la mañana.
La carcajada de Sean me sorprende, y frunzo el ceño porque a mí no me hace ninguna gracia. Ayer cuando la vi allí, con ese chico, tocando su pelo, riendo, tonteando... Me volví completamente loco. Y no sé porqué, no lo entiendo, porque son amigos y yo estoy en otra, pero me sale el "Lucas enamorado hasta las trancas" y me transformo por completo en algo que no quiero.
Shane podría ser el prototipo de Lana perfectamente, porque es guapo y está de bueno tal y como a ella le gustan, y no puedo permitir que eso vaya a más, no puedo.
Egoísta.
—Estás en algo con Alysson, Lucas —Sean suspira —Antes de que vaya a más deberías dejar de ilusionarle.
Muerdo mi labio y tapo mi cara —Ya, ya lo sé, pero es que Aly me aporta cosas que...
—Pero no puedes aferrarte a eso cuando estás enamorado de la Morena y no hay forma de cambiar eso.
—Lana es como un maldito virus mortal.
—Es que tu ex está de muerte —bufa.
Eso por alguna razón me molesta, y miro a mi amigo con ganas de que se calle un rato, haciéndolo reír y levantar sus manos en son de paz.
—¿Por qué no te animas a conquistarla de nuevo? —cruza sus manos encima de la mesa y entre cierro mis ojos, esperando a que me explique eso que ha dicho —Yo sé que estás frustrado y quieres avanzar porque ella te dijo que ya no te quería y bla bla bla... —suspira —Pero créeme, Dawson, Caperucita ayer te miraba de una forma...
Niego —Ya prometí que volvería a ser mía y me arrepentí de inmediato. Ella está en otra, y no va a volver a enamorarse de mí.
—Claro que no, porque ya lo está —se encoge de hombros.
—¿Perdón?
—Mira, Vaquero, lo que tienes que hacer es tantear el terreno como lo haría el Lucas de hace unos años —sonríe —El odio ese falso del que tanto me has hablado, el tonteo del "no me gustas pero en realidad me encantas"...Sabes, usar tu labia para que caiga de nuevo.
—Eso es una locura y una pérdida de tiempo.
—Estoy seguro que no cae por miedo, y porque no quiere entrometerse entre Aly y tú —hace una mueca —Aunque sepa que puede tenerte, no va a ser tan egoísta.
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BESOS EN GUERRA (Terminada)
JugendliteraturNo hay imposibles para Lana Miller, siempre quiere salirse con la suya, y en muchas ocasiones lo consigue, llegando a ser la excepción a todo si se lo propone. Cómo al "Yo nunca voy a enamorarme" de Lucas Dawson, su atractivo vecino, que a parte de...