Sin palabras

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- Eso fue lo último que le dije a Amelia- digo seria mirando a la nada.- Supongo que me desquité con ella de alguna manera.
Seguí sin verle hasta que acabé,le miré y note sus puños cerrados.

Con fuerza, me jala haciéndonos caer a la dura y helada madera, yo encima de él abrazándome como si fuese a alejar de el, imposible.
Mi cabeza estaba volteada a mi derecha y el veía al techo, como si pudiera encontrar las palabras adecuadas ahí, perdidas en la pureza y blancura del techo.

- Odio Alaska- declara serio.

-¿Porque?- pregunto burlona riendo por la nariz.

- Si no estuviera hasta el fin del mundo, tal vez hubiera podido venir y conocerte antes- dice en un susurro- Y te hubiera salvado de esos demonios..

Mi expresión se apacigua, como si estuviera muerta mientras lágrimas se expanden en su chaqueta.
Sollozos silenciosos inundan la habitación, y el frío de la soledad hace a mi cuerpo temblar; Jugué con fuego, y me quemé.
Sentí su calor recorrer mi cuerpo, cómo es posible morirse de frío y estar cálida por dentro al mismo tiempo? Ni siquiera la Física sabría explicarlo, sólo pasa. No hay necesidad de explicación alguna, cuando pasa, pasa. Punto final.

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Abro mis párpados lentamente, y siento mi cuerpo subir y bajar, levanto la mirada y ahí estaba, dormido como un bebé. Aunque un bebé con un terrible dolor de espalda seguramente.
Presiono mis labios sonriente, me acerco a su rostro e inspecciono cada una de sus facciones.

-¿No sabes que es de mala educación mirar a la gente dormida?- su voz ronca resuena por mi cabeza y rebota.

-Si estabas despierto pudiste habérmelo dicho-refunfuño apoyando mi barbilla en su pecho.

-Si no tuviera a alguien mirándome fijamente tal vez lo hubiera hecho- se levanta abrazándome.

-Entonces no te volveré a mirar- niego volteando la mirada. Su mano presiona mis mejillas haciendo que mis labios parecieran de pato y me obliga a mirarle.

- No vuelvas a decir eso, solo puedes mirarme a mi- dice plasmando sus ojos contra los míos - Yo solo te miro a ti- dice antes de dejar un beso en mis diminutos labios y levantarse.

Veo que se soba la espalda mientras se estira, que tonto.

Por supuesto que sólo lo miro a él.

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- Mamá ya llegamos- dice Nick abriendo la puerta de su casa y dejándome entrar primero.

-Salu-dos- chilla alegre Mary abrazando a su hijo.-Ay NICK, no había necesidad de volver tan rápido.-reclama riendo.

-¿Porque lo dices?- dice Nick quitándose la chaqueta.

-Porque estuvieron bastante ocupados en la noche verdad?- Mary levanta sus cejas de manera pícara y lo entiendo.

Mis ojos se abren y me pongo roja, miro a Nick que se ve sorprendido por un momento pero luego ríe burlón.

-Lamento decírtelo madre- se acerca a ella- Pero tu hijo es el más rápido del Polo Norte.

-¡¿Ya lo habían hecho antes?!- pregunta sorprendida- Vaya, felicidades hijo, no pierdes el tiempo.

- Que te puedo decir ma, Alice esta-----

-¡NICK!- chillo avergonzada.

Ríe y me abraza- Ya, perdóname - besa mi frente- Era un castigo.

-¿Castigo?

-Si, por enamorar a alguien más aparte de mi- me besa cortamente y se va a la sala.

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-NICK, amor mío- Exclama Max abrazando a Nick como enamorada.

-Cameron, sácame a tu mascota de mi- dije molesto Nick a lado mío.

-Max, aquí - dice Cameron y Max obedece, le besa como premio.

-¿Dónde está Valery?- pregunto mirando a mi alrededor.

-Estaba en su casillero - dicd Cameron.

La divisamos caminar con arrugas entre las cejas y con un aura peligrosa y tan densa que se podría cortar y repartir.

-Valery, sucede algo?- pregunto preocupada.

Me mira mal pero después su rostro se calma y empieza a llorar.

-E-E-Ese malito cabrón.... Me dejó - logra decir-

-¿John?- dice Cameron.

Asiente limpiando sus lágrimas, sobo su espalda con lástima, pobre, se veía que era muy feliz con él.

-Vayamos al Chat Noir- dice Nick acercándose.

-¿Cuál es ese pokemón?- pregunta Valery.

-Es un café, te servirá - dice.

Le miro sin comprender pero asiente pidiéndome que confíe en el.

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-Steve!- Nick lo llama mientras entramos.- Chicas vayan a sentarse mientras pedimos los cafés.

-Ven Valery - le digo a la chica de ojos rojos.

Nos sentamos y esperamos a que se calmara.

-¿Quieres contarnos que pasó?- pregunta Cameron.

-Me dijo que-que no podía estar conmigo, que porque la diferencia de edad era mucha.. Pero yo sabía que estaba con alguien más-solloza- Siempre llamaba alguien cuando estábamos juntos y se reía como tonto..¡¡MALDITOS HOMBRES!!- exclama apretando su pañuelo.

Reímos incomodas hasta que llega Steve con los chicos.

-¿Que les voy a servir?- pregunta Steve cruzado de brazos.

-Yo un expreso- dice Nick.

-Un capuchino - prosigue Max.

-Un mocha Porfavor- pide Cameron.

-Yo un té Chai latte si no te molesta Steve- Le digo mirándole.

-Claro y para ti precio---- dice sonriente pero luego calla y se emboba con la imagen de Valery chillando.

-¿Un café americanos?- le pregunto a Valery, ella asiente limpiando sus ojos.

-Un-un- a-am-Americano, c-claro- tartamudea Steve antes de volver a pasos torpes a su lugar.

-¿Qué planeas?- le pregunto a Nick- No creo que ellos dos..

-Créeme son el uno para el otro- dice confiado Nick- como nosotros- sonríe mirando mi rubor.

Le pateo por debajo de la mesa y aprieto su mano fuertemente.

Cambio de RolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora