Cambio de Roles

Finalmente juntos

- Cuantas preguntas más tendré que responder - resoplo aburrida en mi silla.

Estaba estudiando en la biblioteca de la ciudad hasta que llegó con un centenar de preguntas sobre mí.

-Esta es la última, tranquila- ríe por la nariz- Cuál sería tu cita ideal?

Me quedo callada por un momento, yo no soy tan tonta ni el tan estúpido como para preguntarme eso de repente. Muerdo mis labios, porque estoy nerviosa? Es sólo Max, el chico que conozco desde la infancia.

-Solo quisiera estar con el, el lugar no me importa- contesto mirándolo a los ojos. El me mira como si estuviese estudiando cada uno de mis movimientos, y siento como se aproxima a mi cara al igual que yo a la el, cuando estuvimos a tres centímetros de distancia se alejó con cara de resentimiento. Esos tres sentimientos se convirtieron en 3 metros de lo lejana que me sentía de el en mi mente.

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-Cameron- llega David con sus aires de príncipe encantador. Mis piernas se derriten en ese momento.

-Hola David- sonrío como tonta.- Que pasa?

-Quería ver si estabas interesada en acompañarme a un lugar después de la escuela, sólo los dos.- pasa su brazo por mis hombros pegándome a el.

-C-Claro, pero, y Max?- pregunto insegura- no viene como nosotros?

-No, él.. Va a salir con Megan- mira detrás mío, imito su acción y efectivamente se agarraba de la cintura talla 0 de Megan.

-Bueno, si es así- sonrío con dificultad - entonces vámonos.

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Desde ese día no volvimos a hablar Max y yo, hasta la fecha de hoy. Abro mis ojos con pesadez, me había quedado dormida contra la puerta, rasco mis ojos que segura estaban hinchados y rojos.

Me paro y me acerco al mueble de la televisión, tomo el bote para hielos y salgo por la puerta. Camino por el pasillo, mierdas, la caminata de miedo.
Bueno, no es como si me fuese a afectar. Veo un pasillo iluminado y me acerco y estaba la maquina de hielo, pero no estaba sola.

-Vienes por hielo?- pregunta como si nada.

-No, vengo a ver como funciona la maquina. Me tenía demasiado intrigada como para venir en mitad de la noche- gruño molesta.

Me mira con aire de arrepentido, que bueno, que se lamente de sus acciones, bastardo.

Una vez que termina no se mueve, extiende se mano.

-Que?- pregunto.

-Lo lleno por ti- Dice acercando su mano al bote.

-No necesito ayuda, en especial la tuya- lo alejo bruscamente de el.

Su mano extendida se vuelve un puño lentamente y lo regresa a su costado.

-De acuerdo.- susurra el pasando a mi lado.

Cierro mis ojos con dificultad, respiro lentamente.

-Jay y Nelly.- digo

-Que?- pregunta sin darse la vuelta ninguno de los dos.

-Jay si es niño, Nelly si es niña. Alguna queja?- pregunto con mejillas húmedas y voz temblorosa.

-Ninguna- Contesta el abrazándome por la espalda.

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-Adonde me llevas?- preguntó Alice a Nickolas que la guiaba por las escaleras de incendios.

-Ya falta poco- dice el jalando de su mano.

- De acuerdo- contesta no muy segura Alice.