-

11.4K 608 24
                                    

Al día era 17 de enero, era el último día para el viaje escolar, pero para Nick se había acabado en el momento en que su hobbit había dejado su lado. Con un humor de perros guardaba su ropa en la maleta negra que había traído.

Aparte de que ella se había ido, había tenido que soportar las molestas pretensiones de Alison y de la idea de levantar una denuncia de abuso de espacio personal, tenía que soportar a Max y a Cameron que se la pasaron mas juntos que unas cucarachas reproduciéndose.

Oye que tocan a la puerta, suspira lentamente y se dirige a la puerta de su habitación, quitó el seguro y abrió.

-Si buscas a Max, no está- se adelanta a decir frente a Cameron.

-No he venido por el, pero gracias, me has ahorrado la duda.-sonríe inocente- vengo por ti.

<<Y esta que quiere de mi?>>

Cameron llevaba ya su bolso enorme rosado con las paredes irregulares, una muestra de desorden para Nickolas. Notó que rebuscaba algo dentro de esa bolsa de tela, hasta que encontró un envase de pasta de dientes metálico si ningún tipo de etiqueta o inscripción en ella.

-Toma-deposita el envase en la mano larga y pálido de Nickolas.

-Y puedo saber que es esto?- mira con desconfianza la botella y luego a su receptora.

-Es una crema de Alice, se la he pedido prestada y se me ha olvidado devolvérsela. Así que te la dejo para que la devuelvas- contesta como si fuese lo mas obvio del mundo.

<<Si se la ha pedido, que se la devuelva ella misma, que molesto>>

Gruñe por lo bajo y la deja en la mesa de la televisión de la habitación.

-Has sabido de ella?-trata de sonar desinteresado, como sí pudiera.

-No- se sienta al borde de la cama de Max apoyando sus manos detrás de ella-y si fuera tu tampoco investigaría.

-A que te refieres con eso?

-Es... Complicado.

-Complicado?

-Escucha, no soy nadie para decirte sus secretos e infiernos, si ella quiere decírtelo lo hará. No la presiones mas de lo que ya está.

La ceja de Nickolas se movía como reflejo a causa de un tic, por estrés. Llevaba de por si una vida difícil, no necesitaba que le jodieran mas la semana.

-Creo que como su pareja tengo derecho a saber un poco, así que- se voltea molesto y autoritario-será mejor que empieces a mover esa boca que tienes y decir algo coherente.

Cameron abrió los ojos como platos y bajó las comisuras de sus labios, ese chico cuando quería podía dar miedo. Después de que se fueran los escalofríos a Cameron se sentó correctamente, miró al suelo y luego a los plateados que la vigilia an desde las alturas.

Suspira en seña de rendición- No hay necesidad de ponernos extremos, de acuerdo.

Guardó silencio en seña de darle permiso.

-Alice, para serte honesta no la conozco del todo. Nos conocimos en tercero de bachillerato. No somos como las mejores amigas de las películas que crecieron una al lado de la otra y hacíamos pijama das cada fin de semana ni hablamos de los chicos que nos gustasen. Jamás hemos hecho eso, a los largo de estos 3 años he ido a su casa 4 veces.

>> La primera fue para conocer a su madre para pedirle permiso que si podía ir conmigo después de clases al centro comercial, la segunda fue para que me enseñara su nueva bicicleta,la tercera fue cuando su madre murió y la cuarta fue para dejarle unos apuntes.

Cambio de RolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora