Cambio de Roles

Libertad

Alice
El dolor de cabeza empezaba a hacerme tener alucinaciones, era imposible que el estuviera aquí. El no me conocía, eso lo tenía muy claro y aparte Anastasia jamás dejaría que un chico extraño entrara a las salas de juntas del edifico de derecho.
Mis ojos se abrieron de par a par, una vez que mis labios fueron liberados se quedaron unas leves descargas eléctricas en ellos, miré su rostro sin poder descifrar en lo absoluto lo que estaba sucediendo, trataba de hablar, pero las palabras eran interrumpidas por otras.

-¿Tan guapo soy?- pregunta irónico con una sonrisa chueca y achinando los ojos.- Me gusta ese corte Alice.

¿Me llamó Alice? ¿Sabe quién soy?

-...Nick?- pregunto a punto de romperme mientras empiezo a sentarme derecha.

-Si Alice, soy yo- dice igual que yo.

Una fuerza impulsa mi cuerpo hacia el suyo estrujándome con fuerza, incluso con tacones mis pies no tocaban el suelo a causa de que me estaba cargando, mis mejillas quedaron prácticamente empapadas y mis cabellos se pegaban a estos, mis manos arrugaban la tela de su vestimenta con tal fuerza que mis nudillos quedaron blancos.
Sollozos de ambos se mezclaron en el ambiente poniendo mi piel de gallina.

Me separo de el tomándolo de los hombros-¿Cómo me encontraste?

-Tengo poderes- dice como si fuese un secreto.

-Tonto- río dandole un golpe, miro su pecho unos momentos y me percato- Debes irte.

-¿Qué?

-No es bueno que estés aquí, si mi padre te ve...no sabes de lo que es capaz.

Suspira con pesadez- De acuerdo, me iré- dice pausadamente rompiendo mas mi corazón.- Pero me iré contigo.

Alzo la mirada y choca frentes conmigo- No me iré sin ti Alice, es suficiente.

Mi mirada se junta con las imágenes de mi padre sonriente, de Rose sonriente, la frialdad de los empleados, mi corazón helado, la ausencia de Nick.

Agacho la mirada, sabía que no es bueno lastimar a los demás, prefiero ser yo la lastimada (TG*)

Me separo de él, sin mirar nada mas que el piso, pongo una mano en la garganta donde las cadenas que mi padre agarraba se aferraban a mi existencia.

-Lo lamento tanto....- digo apoyando una mano debajo de una mesa que tenía un botón, hesitando lo presioné.

En un parpadeo dos hombre de negro entraron con lentes de sol y cables conectados al oído.
Con fuerza lanzan a Nickolas al suelo haciéndole una llave en el brazo mientras el otro me protegía con su brazo y preparaba sacar algo del bolsillo de la camisa.

-¿Se encuentra bien Srita. Bennett?- pregunta con respeto su voz grave,

-..Si...- asiento notoriamente con los ojos rojos.

-¿Que quiere que hagamos con él?- pregunta el que estaba encima de él.

-¡ALICE NO LO HAGAS!! - grita contra el suelo mirándome desde abajo, así me veía yo contra mi padre?no lo dudo- TU PUEDES CAMBIARLO, TU COBARDÍA TE DETIENE.

Volví a tomar mi cuello.

-¿Srita. Bennet?- pregunta.

-Lléveselo....no le hagan nada...ni se lo comenten a mi padre...pero...solo llévenselo.- digo tapando mis ojos con una mano.

-¡ALICE!- lo oigo rugir mientras es levantando por ambos hombres y jalado contra su voluntad fuera de la habitación.

Cuando cierran la puerta el silencio se hace, mis piernas tiemblan y me agarra de la misma mesa con una mano antes de caer al suelo y con la otra mano tapa a mis ojos que humedecían la mano y gotas la atravesaban.

-Que hice....- sollozo.

***
-Te ves radiante querida Alicia- me dice Marcus con miraba morbosa.

Había llegado hacia 30 minutos a la recepción del hotel en el rascacielos de la ciudad, llevaba un vestido de tirantes blanco en corte V de seda hasta el suelo con un corte a mitad de la pierna. Todo mi cabello peinado hacia atrás y aretes de aro bastante grandes de perlas.

-Gracias- me digno a decir, me giro y dejo que el camarero nos lleve a la mesa junto a la vista de la ciudad nocturna. Me siento y el llega apenas.

-Les traigo algo de beber?- pregunta el camarero con libreta en mano.

-Vino del 68 florentino bastante frío - digo abriendo la carta de bebidas mientras la cierro y se la devuelvo.

-Claro- logra decir el camarero antes de irse.

-Mi abuela quiere saber la fecha de la boda, entre mas pronto más rápido el dinero tendré- sonríe cómplice.

-Mm- digo.

- A pesar de verte tan atractiva, tienes lo ojos rojos.- dice inclinando la copa y haciendo que gire.

Ahora tenía mi atención.

-¿Acaso te ha pasado algo malo?- dice burlón -¿Papi no te dio tu mesada?¿O acaso..- se levanta para quedar a mi oído-...alguien te dejó?

Cierro los ojos molesta y en ese momento había llegado el camarero, sirvió las copas y se fue. Pero se detuvo al ver que accidentalmente había derramado el vino en la cabeza de Marcus sin expresion alguna.

-¡¿Q-Que coño te pasa?!- ruge mas rojo de lo que estaba, rápidamente tomo mi bolso y lo pongo entre mi brazo y mi cuerpo y cacheteo su mejilla fuertemente.

Con la cabeza en alto me voy del lugar.

***
¿Si yo muriera...que pasaría?
Me preguntaba eso mientras me sentaba en la ventana de mi habitación en el atardecer, miraba hacia bajo, veía mis pies desnudos balanceándose y debajo 10 metros, y luego, el duro piso.
Siempre quise ser libre, como un pájaro. Supongo que desde niña me habían cortado las alas que no crecían de nuevo.
No le encontraba ningún sentido a pensar, respirar, dormir, sonreír, ver, conocer, comer, salir,...vivir.
Desbloqueo mi teléfono y miré las fotos de mi otra familia, sonríe por un momento.. Pero luego se desvaneció y se la llevó el viento que movía mis cortos cabellos.
Dejé el celular al lado mío y puso mis manos igual, respiré profundamente y...

***
-¿Te sientes..sola a veces Alicia?- me preguntaba el psicólogo analizándome.

Estaba sentada en un gran sillón con mis manos en los descansa brazos y mirando a la pared de al lado.

-¿Alicia?- vuelve a llamarme.

Lentamente giro mi cabeza, ya ni me importaba lo que me decía, mi padre había conseguido lo que quería, volverme una marioneta.

-Lo lamento doctor- separo mi espalda del respaldo lentamente y dejo mi cabeza caer hacia el frente- Pero creo que estoy atascada....

-¿Atascada?

-Si- levanto la mirada- con el sombrerero loco y el conejo....