Tiempo juntos

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Entro en el edificio en el que sus puertas automáticas se abren para dar paso a mi presencia. Llevaba una gabardina colgando de mis hombros y un vestido negro con tacones a juego.
Me encamino a la recepción haciendo ruido con mis zapatos contra el suelo pulido.

-¿En qué puedo ayudarle?- pregunta la anciana de la recepción.

-Vengo a ver al doctor Smith- contesto sonriente.

Teclea en su computadora y mueve el mouse con mano temblorosa- ¿Srita. Bennett?

Asiento, ella sonríe y presiona un botón que hace un zumbido. Hace un ademan para que pase y así lo hago, una vez dentro de la oficina cierro la puerta con delicadeza y el doctor se levanta.

-Buenas tardes doctor- digo estrechando su mano y sentándome.

-Srita Bennett- contesta acomodando de en su silla - Ya tengo los resultados de los exámenes médicos de su padre.

-¿Y bien?- pregunto algo ansiosa.

-Lamento informarle que nuestro estimado de vida de su padre no pasa de 2 meses. A pesar de que la condición de su corazón es estable por el momento, varios de sus órganos empiezan a fallar, como no acudió a alguna consulta médica en todos estos años nos es imposible hacer algún transplante por lo débil que se encuentra su padre. De hecho ahora prácticamente sólo respira por una máquina. Creo que entiende lo que trato de decirle no señorita?

Respiro profundamente- así es, comprendo lo que me ha dicho- miro a otra dirección molesta.- ¿Sería tan amable de contactarme si hay algún riesgo o empeora?

-Claro señorita.

-Gracias, bueno con permiso- digo levantándome y saliendo de ahí.

***
La verdad tenía pavor de entrar de nuevo ahí, tantas memorias estaban resguardadas en esa casa que me temblaban las manos en el volante. Me miro en el espejo retrovisor y estaba pálida.

"Vamos Alice, puedes hacerlo"

Con determinación abro la puerta y salí del auto. Abro la reja fácilmente y entro, miraba los jardines de las casa y estaban más que descuidados. No le soy importancia y llego a la puerta, tomo el aro de la puerta y lo golpeo contra la puerta severas veces.

Una de las pocas mucamas que habían podido quedarse a trabajar me abre la puerta, hace cara de sorpresa para luego dejarme entrar.
Cuando entro oigo carcajadas, veo la sala y estaba la zorra con sus "amigas" y sus "amigos" que se notaban que eran los strippers por su ropa de "trabajo".

Les miro mal antes de tomar el barandal de las escaleras y subir, no entendía porque estaba haciendo esto pero.. Sentía que tenía que hacerlo.
Entro a la habitación del fondo del pasillo y no me musito a mirarla, solamente tomo la ropa necesaria y una marco de fotos. Bajo las escaleras y salgo de ahí.

***
-Señor Bennett, tiene visitas-dice el enfermero abriendo la puerta de la habitación.- Si necesita algo, estoy en la oficina de enfermeros que está aquí enfrente-

-Gracias- asiento y entro en la habitación para que después el enfermero cerrara la puerta por mi.

Miro la habitación de lujo en la que estaba hospitalizado mi padre. Muebles de madera, una cama matrimonial con una pequeña sala enfrente y una televisión de plasma.

Me acerco al cuerpo algo huesudo, estaba dormido y apenas notaba como respiraba, me siento a un lado de el en una silla.

-....p..-trago duro- ....Papá....

Se remueve molesto, tenía ojeras negras con bolsas enormes, había saliva seca debajo de sus labios y su barba era de unos cuantos días. Había perdido cabello y su tono de piel era algo grisáceo.

-T-te traje unas cosas....de la casa.. Y-y también una foto de nosotros con Elena..- la pongo en el mueble de al lado de la cama.

Aprieto mis manos en mi regazo, sólo se oía un *beep* de su ritmo cardíaco.

-¿Que...haces...aquí..?- oí una voz baja y ronca, levanto la mirada y sus ojos apenas se notaban en sus párpados caídos.

-Vine a ver...como estabas.

Hace un ruido con la garganta- Tengo sed....

-Ya veo...t-te traeré agua.

Me levanto y salgo de la habitación para ir a buscar un galón de agua. Una vez que lo encuentro sirvo en un vaso y regreso.
Entro y seguía en la misma posición, me acerco a el y pongo la boca del vaso en sus labios para que de pocos sorbos.
Una vez hecho esto mueve la cabeza a un lado en señal de que ya no deseaba más. Dejo el vaso en el Buró junto a una charola de comida y me siento.

-¿Tienes hambre?- pregunto tomando mi bolso.

Vuelve a hacer un ruido, saco una manzana y un cuchillo. Empiezo a pelar la manzana con el cuchillo haciendo que quede sólo una tira de cáscara que dejo en la charola, corto la manzana en pequeños pedazos y le doy de comer con un tenedor.

Se logra terminar la manzana y gira su rostro para poder volver a dormir.

***

-¿Como dice?- pregunto atónita.

-Señorita Bennett lamento comunicarle que a su padre no le queda nada de tiempo, le aconsejo que acepte lo inevitable.

Cambio de RolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora