Enfermedad

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-Entonces.. ¿Esta era tu idea de una cita?- alzo una de mis cejas en gesto de incomprensión, mas raro no podía ser esta situación.

-Claro, ¿ qué otra cosa podría ser?- contesta obvio Nickolas sacando su cartera y entregándole unos billetes a la cajera.- ¿Tenías algo en mente?

Suspiro- No, no se me ocurre nada- Me doy vuelta y tomo las bolsas de plástico del supermercado y salimos, esta era la idea de una "cita" según Nickolas. Por dios Alice, piensa, el no es el tipo romántico. Debo admitir que tenía mis expectativas muy altas. Caminamos por unos cuantos minutos hasta que pasamos por enfrente de un café-bar bastante lindo, la construcción era estilo gótico pintado de beige/crema y tenían jardineras fuera de los ventanales de las que colgaban cortinas verdes oscuro.

- ¿Podemos tomar un café?- jalo la manga de su suéter turquesa deteniéndonos frente a la entrada que tenía al lado una pizarra con sus especiales.

Mira el café y noto que se tensa un momento.

-¿No prefieres ir a Starbucks?- pregunta nervioso y un poco insistente.

-Demasiado comercial, además,me gusta el lugar- tomo la perilla de la puerta y entro haciendo que una campaña encima de la puerta sonase haciendo notoria nuestra entrada.

-Bienveni--- dice un chico mayor que nosotros por algunos años que estaba detrás de la barra- ¿Nick? ¿Que haces aquí? Hoy no te toca trabajar, sale de la barra y habla por encima de mi.

-Obviamente sé cuando no trabajo- Contestan a mis espaldas.

-Entonces porque... Ahhhh- sonríe divertido mientras pasa su mirada de mi a el y viceversa- ¿Es ella?- me señala con la mirada.

-No empieces

-¿De qué hablan?- me sentía como una completa extraña entre ambos, note a la clientela y el 99.9% de la clientela eran mujeres de los 17 a los 26. El resto eran ancianos y hombre de negocios usando traje y portafolios.

-Steeeveee...- oímos una voz chillona fuera de la conversación, era una mujer algo mayor con tacones de aguja, una blusa blanca en corte de V bastante pronunciado y una falda de seda. ¿Dónde está mi capuchino y mi whisky?

¿Café y alcohol? Que asco, es como mezclar pasta de dientes y jugo de naranja.

-Perdona Sammy, no me tardo..

Se percató la tal "Sammy" de nosotros y sus labios rosas se curvado hacia arriba.

-Nick.. Bombón ¿Viniste a verme?- se acerca y posa sus garras rojas en sus hombros y los acaricia.

¿Y esta foca/vaca obesa quien se cree? No me guta.

Madura Alice.

-No realmente, vine con mi novia y madre de mis hijos que se casará conmigo en Florencia solo una vez, no como Kim Kardashian. En cambio tú estás en tus 45 y sigues solterona, y un consejo- se acerca a ella- te ves mas falsa con tus cirugías que el trasero de Nicki.

Me quedé helada, podía hacer las siguientes cosas, adivinen cual hice:

-Reírme en la cara de la zorra.
-Proponerle matrimonio a Nick.
-Hacer que el aire deje mis pulmones y toda la sangre en mi cuerpo y que corre por mis venas cambien su curso y se dirijan a la parte baja de mis ojos y que el H2O salada se desprenda de mis ojos.

¡¡Ding,ding ding!! Tenemos un ganador.

-Si nos disculpas- Nick pasa su brazo por mis hombros dirigiéndome a una mesa alejada de todas las miradas posadas en mi cara y en nosotros.

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Nickolas

Me aseguraré de que la próxima vez que la atiende le escupa al café, zorra desalmada.
Deje caer las bolsas que yo cargaba del supermercado al lado de la mesa circular de madera, necesitaba relajarme. Note que Samantha le gritaba cosas a Steve mientras el la ignoraba, resignada toma su bolsa roja pequeña y sale azotando la puerta.

-Nick- me llamó Steve junto con un gesto de la mano.

-Ya vuelvo- me levanto de la silla y beso su cabeza antes de llegar a el.

-Salu 2- digo como si nada hubiese pasado.

-No volverá

-SI! - hago un extraño movimiento con mi puño.

-Necesito que trabajes- se
cruza de brazos.

-Ahora?

-Ahora.

-Es mi día libre.

-Carie no puede venir.

-Está enferma?

-Días negros

-Días negros?

-La visitó Andrés- dijo algo incómodo.

-Oye, no es mi culpa que sus dolores necesiten de anestesia capaz a de dormir a un caballo, también tengo mis problemas.

-Escucha, solo trabajo media hora, conseguiré un reemplazo para entonces, si quieres, que Alice se quede y pida lo que quiera, va por mi cuenta.

Bufo molesto- Bien- tomo un delantal negro y me quito el suéter rápidamente, tomo una de las bandejas de metal plateado y voy hacia Alice para dejarle mi suéter.

-Alice, lo siento, hubo un cambio de planes y tengo que trabajar.

-Esta bien- contesta tímida. Recuerdo lo que había dicho y sonrío.

-¿Que te pareció mi confesión eh? Si no te gusta Florencia podemos hacerlo en otro lugar-pongo una mano en la cadera y con la otra sostengo la charola.

-Si querías alejarla pudiste omitir esa parte e ir a decirle que su botox no sirve.- balbucea jugando con sus dedos.

-Pero me vi bien no? De hecho- me doy una vuelta lenta- Me veo bien en el uniforme no?- sonrió pícaro, me encantaba poner nerviosa a Alice.

Se tensa un poco y su mirada se pasa por mi cuerpo completo que por alguna extraña razón me puso nervioso a mi también. ¿Estaré enfermo?

-Creo que después de lo que hiciste y de como te ves- dice pensativa- Creo que me he vuelto a enamorar de ti.

Alice saca una sonrisa de sorpresa y alegría.

-¿Q-Qué?- pregunto poniendo el dorso de mi mano contra mis labios y desviando la mirada. ¿Que sucede con la calefacción? Me muero de calor de un momento a otro.

-Te sonrojaste- se burla.

-C-Cállate, tengo trabajo. P-Pide lo que quieras- me di vuelta y me puse a atender a quién se me apareciese primero.

Note mi pulso más rápido de lo usual, tal vez tengo taquicardia, necesito un doctor.

Steve en mediaaaa

Cambio de RolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora