Alice
Miro por la ventana de mi nueva habitación los camiones de mudanzas encender sus motores y desaparecer por la calle, suspiro y veo a mi alrededor, tenía en total 7 cajas de cartón y dos maletas, en una caja estaban cosas como platos y vasos que tomé de la cocina ayer en la noche, en otra caja estaban cosas personales, la siguiente tenía zapatos míos, otra con libros, adornos de cuarto y decoración, colchas/sábanas/cobijas/almohadas, y la ultima caja con materiales escolares. En una maleta venían cosas de Amelia y en la otra la poca ropa que sobrevivió de la masacre de la moda.
El apartamento estaba en un conjunto de edificios de lujo al entrar esta al lado la cocina con una barra enfrente una mesa, el piso era de láminas de madera beiges y estaba pintadas las paredes de azul plateado grisáceo, la pared enfrente de la puerta era toda de vidrio y tenían cortinas blancas, a la derecha de esta estaba la puerta hacia la habitación con las ventanas del mismo lado que el ventanal y en la pared contraria estaba el baño con lo básico.
Supongo que a mi "padre" le hubiera gustado que estuviera "cómoda" para no molestarle.
Tenía todos los muebles ya puestos, fui hacia la barra en la cocina que era de mármol negro donde estaba el fregadero y había unos boches de cartas y mensajería que mi padre dejó de antemano antes de que llegara.
Las tomé y empecé a pasar una por una poniéndolas detrás de las otras, cuando acabé de pasarlas confirmé que las 7 cartas eran de activación de diferentes tarjetas de crédito y débito. No eran tan "malo" después de todo. Las dejé en su lugar nuevamente y regresé a mi habitación para desempacar.
Después de un par de minutos sólo faltaba guardar las cosas de ella.Las saqué con cuidado y las puse en un mueble debajo de la cama, doblé sus blusas y las acomodé perfectamente en el cajón. Por último quedó un joyero que consistía en una caja de mármol crema con un seguro dorado, la abrí con cuidad y se veían las joyas resaltar entre el terciopelo guinda, incluso estaba su anillo de compromiso y de bodas. Una joya en particular llamó mi atención, era un pequeño óvalo dorado con pequeños diseños irregulares marcados en la tapa, abrí el artefacto y en amabas caras internas había una foto de ella y mía.
Casi la había olvidado, su perfecta cabellera castaña ondulada y brillante amarrada de lado con una cinta delgada, el pequeño lunar que estaba debajo de su ojo derecho y mis ojos impregnados en su cara. Mi foto era de cuando tenía 9 años.
9 años...
La gente normal lloraría en esta situación, pero yo no. Ya tenía suficiente. Ella me dejó.
Volví a guardar el collar en la caja y esta..la tiré en el cesto de basura.
Todavía no era tan tarde pero quería dormir, me acosté en la cama y mis ojos se cerraron de inmediato.
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CameronCerré mi locker con cansancio, no había dormido en toda la noche. Tenía los ojos rojizos.
Caminé hacia la cafetería y al entrar quise girar mis talones y salir de ahí.
-¿Cameron cómo estás?- la falsedad de Alison era mas que evidente.
-Mi día estaba bien hasta que tu llegaste, zorra.
-Ya veo que estás aprendiendo los animales - dice como si fuera retrasada- Muy bien! Te mereces una estrella dorada.
-Llamo a las cosas como son, zorra- remarqué la doble r.
-Uy que mal humor- levanta las manos- ¿Estás así porque Alice perdió contra mí?
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Cambio de Roles
RandomEsta no será la clásica historia de una chica que es un ratón de biblioteca, en sí, una Nerd que se enamora del chico más popular y deseado. No, ahora será lo opuesto, la chica más popular y querida posará sus ojos en ese chico misterioso y callado...