Eres mía.

12.6K 758 32
                                    

Llegaron a la terraza del hotel, había una piscina azul cristalina a causa de las luces nocturnas y un techo infinito de diamantes en seda negra.

-Disfruta la vista- le abraza por detrás- hoy hay noche de estrellas fugaces.

-En serio?- preguntó entusiasmada Alice.

-Si- besa por detrás de su oreja calentándola. - Quieres darte un chapuzón?

-Eh? Pero no traemos---

-Por mi está bien siempre y cuando sea el único en verte así- le susurra en el oído antes de quitarse la misa y los pantalones quedando en bóxers y saltando a la piscina.
La luz de la piscina tapaba su rostro por las sombras de la noche, cepilla su cabello hacia atrás con su mano mientras se quita los restos de agua de la cara.

-Vienes o no?- se apoya en el borde de la piscina como niño pequeño.

Antes de que pudiese responder su garganta se seca al ver la ropa interior de Alice, era bastante parecido al bikini que llevaba pocas horas antes. Corre y salta lo mas alejada de el, una vez que sale a la superficie espera a que el llegue por detrás y la abrace.

-Tenias razón, eres una caja de sorpresas- besa su hombro antes de darle la vuelta y sellar sus labios, ella pone una mano en su nuca y otra en su pecho mientras enreda sus piernas en su cintura, y el reposaba sus manos en su cintura perfectamente marcada. De un momento a otro llegaron al borde al otro extremo de la piscina, pero eso no importaba ahora.

Lo único que importaba era que al fin el uno se había encontrado con el otro. Decide Nickolas marcar lo que era suyo, y lo haría.

Reparte besos aparte de los labios de Alice que estarían hinchados, primero debajo de la oreja y este fue descendiendo hasta su clavícula, por alguna razón la encontraba atractiva, primero deja un beso húmedo antes de morderla con delicadeza haciendo quejar un poco a Alice.
Ella por instinto decide regresar el ataque en la oreja de Nickolas, la muerde con la misma delicadeza, nota como Nickolas se tensa.
Pero de repente siente un dolor en el cuello.
Cierra los ojos un poco para luego notar que le había dejado un chupete en el cuello, era un rojizo cálido y no muy grande.

-Con eso no se juega - le susurra Nickolas a Alice.

Alice presiona sus labios y empieza a dejar cortos besos en su mejilla.

-Alice si no me dices lo que quieres no lo haré- le advierte Nick a ella posando cada una de sus manos en en borde de la piscina dejándola sin salida.
La ropa de ambos estaba empapada al igual que sus cuerpos, no había espacio ni para el aire que se interpusiese entre sus cuerpos, uno sentía la respiración cálida del otro en su cuerpo húmedo.

-Quiero que me beses- contesta ella.

-Donde?- se acerca a su rostro que estaba empapado de rojo.

-En los labio--- la calla con un beso húmedo sabor a cloro, se separa un momento antes de volver besarla, sintió Alice humedad en sus labios antes de dejar a Nick entrar en su boca para consolidar la necesidad de unirse entre ambos.

Era raro para ambos, no sabían que hacer en esa situación a pesar de la edad, se sentían como unos críos experimentando el primer amor. Nerviosos, un poco incómodos pero personal entre
ambos.

Una tonada de música empieza a sonar que desconcierta a ambos.

-Mi teléfono- dice Alice, Nick la suelta y ella de desplaza por la alberca hasta llegar a sus shorts.
Rebusca entre los bolsillos y saca su iPhone 5, mira la llamada y se frunce su ceño.

-Padre- contesta ella.

-Donde estás?- pregunta seco e impaciente.

-En el viaje escolar- contesta represiva

-Bien, un auto pasará por ti en 30 minutos.- contesta el.

-Que?- sale de la piscina empapando su ropa al pasar por encima de ella.- Porque?

-No dejaré que una mujer de 18 ande en un hotel en la playa con un montón de adolescentes con hormonas creándose en sus organismos, mas te vale no haber hecho nada indecente.- le amenaza.

-Tan poca confianza me tienes?- pregunta molesta, y temerosa a la vez.

-Nunca la tuve, espera en el lobby.- cuelga dejándola oír solo el 'beep'

Molesta arruga la mirada y lanza el celular al suelo de cemento haciendo que se rompiera la pantalla en miles de pedazos.

-Maldito! Te odio!- chilla enfurecida, antes de sea jalada de nuevo a la alberca.

Dentro del agua logre divisar a Nickolas, trata de soltarse de su agarre dejando salir burbujas velozmente como si fuese su voz, Nickolas toma su cara entre sus manos y la besa dentro del esa burbuja de agua, las lagrimas de Alice se fusionaban con el agua y se desvanecía.

Salen del agua y Nickolas la abraza dejando su rostro en su pecho respirando agitadamente. Alice abraza su cabeza y vuelven a salir las lagrimas.

El rápidamente las seca con sus pulgares.

-No llores- le ordena molesto.

-Pero..- logra decir.

-Te lo dije no es cierto? No dejare que nadie te haga llorar, ni siquiera tu padre.

-No lo entiendes- articula ella con ojos rojizos.- No puedes hacer nada contra él, crees que no lo he intentado? Es.. Inútil.

-¡No digas eso!- grita enfurecido- Me vale quien sea, sea desde tu único amigo hasta el maldito presidente, haré lo que sea para que nunca veas una razón para llorar, entendiste? Aunque tenga que ir a Iraq a la guerra lo haré. Aunque tenga que pasar hambruna para que tu sonrías el resto de tus días te aseguro.. Que lo haré sin pensarlo. Tu eres mía.

Una brisa pasó por el rostro de Alice antes de que las lagrimas de alivio salieran de sus ojos.

-Tonto- sonríe ella con tristeza abrazándolo y dejando que sus lagrimas corriesen por la piel de Nickolas que le quemaba.- Lo prometes? Que pase la que pase.. Aunque engorde y sea una ballena me seguirás queriendo? Aunque un día llegue chimuela y me quede sin cabello?

-Veas como te veas seguirás siendo la mujer mas hermosa para mi- pone su manos en la parte trasera de su cabeza y besa su frente.

Cambio de RolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora