Baila para mi Parte II

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Nunca en mi vida tuvo tantos nervios como ahora, nunca en mi vida he sido stripper, esto tengo que agregarlo en la lista de mis nuncas

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Nunca en mi vida tuvo tantos nervios como ahora, nunca en mi vida he sido stripper, esto tengo que agregarlo en la lista de mis nuncas.

— Tranquila, Xiomara. Siempre la primera vez da miedo, pero luego te olvidas de todo. – masculla una chica castaña cuyo nombre se me olvido.

— ¿Alguna vez lo has hecho algo que no es lo tuyo, pero estas dolida que eso que nunca has hecho es lo correcto? – pregunto .

Inclina la cabeza confundida.

— Si te refieres a que si lo hecho con clientes, si. – responde. – una vez deje que Christopher White me tocara por más de tres minutos.

Y me paralice al oír eso.

— ¿Qué? – exclamo.

— Oh, no lo conoces, es un empresario y es sumamente apuesto. A aquí to.... – la detengo.

— Se exactamente quien es. – respondo. – él solía ser mi.... – me detengo porque no se que era de él. La chica castaña me mira con esa mirada de arrogancia. – es mi novio. –digo sin medir esas palabras. Creo que lo dije por el solo hecho de matar sus esperanzas con él. – él es mi novio. – aclaro.

Emite un sonido de sorpresa.

– yo no sabia que el tuviera novia.

– si tiene, y te sugiero que te alejes de él. él es mío. – dijo posesivamente. – su corazón me pertenece. – agrego. Y desde cuando soy tan posesiva .

Solo por ese hecho estoy dispuesta a recuperar a Christopher, no me daría por vencida, su corazón me pertenecería. Le demostrare que yo soy la única chica a la que podrá amar. Lo volveré tan loco por mi que no podrán dejarme nunca. 

Las chicas comenzaron a salir al escenario, y yo esperaba mi turno

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Las chicas comenzaron a salir al escenario, y yo esperaba mi turno. Dijeron mi nombre y salgo. En cuento escucho la cancion, comienzo a cornearme contra el caño. Le doy una vuelta. Bailo y paso mi trasero por el caño. Las luces y el humo hace que todo el espectáculo sea vea a un más sexy de lo se ve. Entre la multitud visualizo a Christopher. No sé si me reconoció. Pero de que llama su atención seguro, porque no deja de mirarme ni un por un segundo. Su expresión es seria e intimidante como si estuviera disfrutando en silencio del espectáculo. Y nunca me sentí tan sensual y sexy en ropa interior. Y claro porque esta lencería hace que cualquiera sea vea sexy.

Comienzo moverme por el piso, mientras hago una sensual caminata. Le giño el ojo a Christopher. Su mirada se clavó en mí. Su rostro se crispo en cuanto me reconoció. Sigo bailando hasta que siento que alguien me da una palmada en el trasero, acto seguido veo que Christopher se lanza sobre el tipo que previamente me toco.

Lo golpea.

— La vuelves a toca y te corto las manos. – le advierte agarrándolo de sus ropas. – y tu baja de ahí ahora mismo. – me ordena.

— Y que si no quiero White. – replico.

— Tu te lo buscaste. – dice caminado hacia mi con el ceño fruncido. Me agarra como un saco de papas. Me coloca sobre su hombro. Pataleo  y grito.

— ¡Ya bájame!. ¡Yo puedo caminar sola! – protesto. – ¡esto es ridículo!. – agrego. – ¡bájame ahora!. – ordeno.

— Cállate, no quiero escucharte.

— No quieres escucharme, ni tampoco estar conmigo. ¿entonces que quieres de mi?

No me responde. Llegamos a su auto, y bruscamente me tira en el asiento trasero. Me quejo por su brusquedad.

– No puedes tratarme así.

– Yo trato como quiero.

Aprieto los dientes, en esos momento solo quiero golpearlo.

Minutos después llegamos al penhouse y Christopher sigue sin contestar.

– ¿Qué quieres de mí? – vuelvo a preguntar. Me mira con su expresión errático

– ¿Qué hacía ahí? Sin mi autorización.

– Disculpa. – replicó. – yo puedo hacer lo que se me de la gana y no necesito tu autorización.

Se acerca a mi con el ceño fruncido y me da una fuerte cachetada.

– Desviste. – me ordena.

– Ya estoy desvestida. – respondo  con el ceño fruncido.

– Quita la ropa interior, hazlo o te arranco.

Aprieta los dientes.

– Te detesto . – asiento con el ceño fruncido.

Su mirada me asusta un poco, pero hago lo que me pedí.

– ¡satisfecho! – digo cuando me quito la ropa interior.

– baila. – me ordena. Lo miro con perplejidad. No comprendo porque tengo que hacer eso. – ¡baila! –grita. – hago lo que me pide. – tócate el cuerpo mientras baila y hazlo despacio. – me pedí. Y aunque esto pudiera ser excitante  . En este momento. No lo estoy disfrutando, porque pienso en Christopher y la puta esa. Y eso me duele.

Mis ojos comienza a humedece y no puedo de evitar que las lágrimas cayeran de mis ojos. Me detengo.

– ¿por que te detiene?

Lo miro con una expresión ávida.

– se que te viste sexo con otra. - asiente  sin importancia. – ¿no vas a darme una explicación?

– ¿Porque debo dar te una explicación.?

– se supone que eres mi.... –me detengo porque en realidad no somos nada, y a decir verdad es un reclamo sin sentido. – tu compañera. Pensé que teníamos algo. – completo.

– bueno ya ves que no. – asiento. Levantó del suelo mi ropa interior.

– bien entonces me iré.

– No. –exclama.

– ¡¿porque no?! No eres mi sueño, no somos nada y si ya tienes otra, no me necesitas.




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Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora